El conflicto, o la Guerra no
declarada de Argelia (reconocida así hasta 1999), es uno de los momentos históricos que ocupar gran parte
de mediados del S.XX, dentro del proceso descolonizador que se va a desarrollar
después de la Segunda Guerra Mundial, y que afectará, en mayor o menor medida,
a los países europeos.
Fue en el mismo mes de mayo de
1945, una vez finalizada la guerra, cuando comienzan los primeros roces entre
colonos franceses (que muchos se consideraban argelinos, además de franceses),
que llevaban en Argelia establecidos desde principios del S.XIX, junto a judíos
de ascendencia española, y los argelinos musulmanes (que no quieren nada de la
metrópoli y quieren la independencia total) y los primeros muertos comienzan a
aparecer, tanto de un lado como de otro.
En “Al nordeste de Arzew” (Edicions
de Ponent, 2011) de Pacosales (Idea, guión, dibujo y maquetación), Carlos
Maiques (Color) y Alain Bonet (Guión), nos encontramos la historia de tres
chicos argelinos, que viven felices en su Argelia natal, en los años cincuenta.
Uno es un musulmán, otro un
judío y el último es un cristiano. Por encima de religiones y costumbres, los
tres viven una infancia feliz, soñando con aviones, el Tour de Francia, el Olympic…
Asistiendo a las mismas clases, enamorándose de chicas, y oyendo hablar de
Francia, la madre patria que vela por todos ellos y por la paz. Argelia es una
provincia más, de ultramar. Y muchos ni siquiera han pisado Francia, pero el
terrorismo de los nacionalistas argelinos (como el FLN) hará que las vidas de
los tres, de sus familias y de sus amigos, se quiebren, dejando heridas
profundas, que ni el tiempo curará. Huidas precipitadas por parte de los
colonos, emboscadas y matanzas por parte del FLN, y masacres incontroladas por
parte de los paracaidistas franceses, culminarán con la independencia de una
Argelia, que tardó años en volver a conocer la paz.
Este cómic es la maravillosa
historia de un tiempo, en donde tres amigos convivieron, y fueron muy felices y
dichosos, en una tierra donde el sol salía y se ponía para todos, por igual.
Poético, enternecedor, a veces divertido y a veces brutal, su lectura no te
deja indiferente.
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