Hay que tener mucho,
pero que mucho valor, para enfrentarse a la Segunda Temporada de “Dark”,
la serie alemana del momento, tras haber sobrevivido a la trepidante Primera Temporada,
que cuenta la historia de cuatro familias enlazadas por viajes en el tiempo… (No sigas leyendo, si no has visto la Primera Temporada,
please)
La Primera Temporada
acaba en un apocalipsis (junio, 2020), el fin del mundo, y la Segunda comienza
a darnos datos sobre lo que ocurrió, y, sobre todo, comienza a tener mucha
importancia el misterioso grupo “Sic Mundus”, que quiere crear un nuevo mundo,
que sustituya al actual, un mundo donde no habrá ni tiempo ni muerte… Ni Dios
siquiera, ya que el grupo relaciona a Dios con un Dios del Tiempo. Dios, es el
tiempo, y hay que acabar con él. Pero a la organización le sale un escollo, que
puede trastocar todos sus planes, una traidora difícil de abatir, que no está
de acuerdo con los planes que tiene Adam, el líder de “Sic Mundus”.
La historia se pone más
difícil de seguir, y de comprender, según van pasando los episodios, y es que
“Dark” es un verdadero galimatías de mucho cuidado, de paradojas
espacio-temporales, y de personajes jóvenes, viejos, muertos, que recorren la
escena narrativa como “Pedro por su casa”. Una de las cosas, que más me llama
la atención de esta serie, y que, de hecho, me fascina, es ver cómo los
actores: De niños, jóvenes, adultos y viejos, se parecen notablemente unos a
otros. La trama está increíblemente cuidada, hilvanada, y ello hace que esta
serie sea uno de los grandes hitos de este año. “Dark” se ha convertido en una
de esas series imprescindibles, que van ganando interés, poco a poco, y con la
que te quedas con ganas de más… Espero a la Tercera Temporada con unas ganas
brutales.
P.D: Los guiños al grupo
de Trash alemán, “Kreator”, conocido grupo de los Ochenta, son brutales. Me
encantó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario