Cuando en noviembre de 2017
adquirí el primer volumen de esta colección, mi sorpresa fue mayúscula, (lo
podéis recordar aquí), ya que es raro que Marvel le dedique, no ya
una, sino dos colecciones a Ojo de Halcón. Una que sigue la línea de Clint
Barton, y otra de su discípula y heredera, Kate Bishop, que actúa por cuenta
propia, aunque, a veces, comparten
alguna aventura.
Los volúmenes de Colección
100% nos han traído a los dos ya en varias ocasiones en los últimos dos años.
Kate Bishop se mudaba a Los Ángeles en “Puntos de anclaje”, montaba una agencia
de detectives cutre, y comenzaba una investigación que continua en este
“Máscaras”, donde la arquera violeta se tendrá que enfrentar a su pasado, a la
desaparición de su madre, al descubrimiento del verdadero Yo de su padre, y a
la posibilidad, remota, de que quizás la buena de Bishop tenga poderes
especiales que aún no ha desarrollado.
Madame Máscara se presenta
como su rival, dando a entender que tiene vínculos con el pasado de Kate, que
descubrirá a base de hostias que no puede hacerlo todo ella sola, necesita a
sus amigos (que la quieren) y, de paso, se enterará de algunas cosas
interesantes a través de Gabby y Lobezna…
¿Qué queréis que os diga? Ya
lo sabéis. Ojo de Halcón, en todas sus facetas, masculina y femenina, es mi
debilidad. Uno de mis tres o cuatro héroes preferidos de Marvel,
(bueno, uno de mis cinco o seis), y desde luego, no puedo ponerle ni un solo
“pero” al cómic. Ojalá que dure, y que tengamos Ojo de Halcón por mucho tiempo…
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