“Mads” (2024) es una película francesa de terror, horror zombi, que me
ha recordado muchísimo a la española “Rec”, sobre todo en los últimos veinte
minutos de su metraje, a “28 días después” en el rollo brote zombi que va en
aumento
Escrita y dirigida por
David Moreau, que hasta ahora no conocía, y rodada en un falso plano secuencia
continuo, del que se llegaron a hacer hasta cinco tomas, la película parece
intentar respetar el tiempo real de dicho plano secuencia falso, aunque los
cortes se notan.
Se rodó en la localidad francesa de Mulhouse en
apenas diez días y con un presupuesto que presumo escaso, ya que no he logrado
encontrar el presupuesto de la película, aunque si su recaudación mundial, que
apenas llegó a los 49 mil euros.
Estrenada en festivales como el Fantastic Fest y en Sitges, “Mads” mezcla un viaje malo de drogas combinadas con alcohol en una noche que apunta a apocalipsis zombi antes de que llegue la mañana, una auténtica pandemia de sangre, sonidos guturales, mordiscos, y, por supuesto, tipos del gobierno con metralletas…
¿Qué te vas a encontrar en
la trama de “Mads”? Al comienzo tenemos a Romain, un joven pijo forrado hasta
las cejas, en casa de su camello, poniéndose hasta arriba de todo, y más de una
nueva droga que le ofrece su camello.
Al volver a casa, frena en
mitad de la carretera y una mujer llenita de vendajes hasta las cejas, armada
con una grabadora, se le mete en el descapotable. La tipa no habla, solo gime,
y al reproducir la grabadora, se oyen voces hablando de experimentos, sujetos a
los que les han arrancado los dientes y vainas que hubiera hecho que yo
personalmente hubiera dejado a la tipa en arcén de la carretera y hubiera
llamado al 112, pero Romain se la lleva a casa incluso cuando esta se
autolesiona soltando hectolitros de sangre sobre Romain, que comienza a
sentirse fatal, con alucinaciones visuales y sonoras, tics y la cabeza como una
discoteca psicodélica en su máximo apogeo, cuando va camino de una macrofiesta
con sus amigos.
Tanto su chica, Anais, como
su amiga Julia, también consumen esa nueva droga, pero es Anais quien pronto
comienza su proceso de zombificación, mientras una atónita Julia no entiende
nada y ve como todo se convierte en una pesadilla de la que ella también forma
parte…
Lo malo de “Mads” es que no
me queda muy claro dentro de su narrativa, incluso diría que es muy confuso, cuáles
son los efectos de la nueva droga que prueba y se trae Romain, y cuáles son los
efectos de la paciente cero que propaga la enfermedad, porque se mezclan ambas
historias, las de las drogas y la de la pandemia zombi apocalíptica de turno, y
desde luego, se supone que la paciente cero no iría hasta arriba de la nueva
droga, porque se ha escapado de un laboratorio donde experimentaban con ella.
Por eso, quizás, el tema de la nueva droga sobraría
en la película, y yo personalmente hubiese dejado como un golpe de mala suerte
que Romain, que ya iba puesto de por sí de la casa de su camello, recogiera a
una zombi totalmente vendada en el arcén de la carretera y se la llevara a
casa, así por las buenas.
En definitiva: El elenco principal está
interpretado por Milton Riche y Laurie Pavy, actores a los que no conocía, y
Lucille Guillaume que aparece en la película “Alias”. Con un breve papel,
también tenemos a Yovel Lekowski, que también conocía de la película “Nuevos
Ricos”
Tiene un comienzo fabuloso, pero en mi opinión, se
va diluyendo poco a poco según transcurren su hora y veintiocho minutos,
llegándole a sobrar quince minutos de metraje en escenas donde hay una zombi
montada en moto, u otro en bicicleta, lo que ralentiza mucho la película. Yo, a
falta de veinte minutos, ya estaba pidiendo la hora, aunque reconozco que no me
desagradaba del todo lo que veía.
No
es una película donde te vayas a dar un brinco por algún susto súbito, ni nada
parecido, y no arriesga fuera de los típicos y tópicos del género. Los que
hayáis visto miles de películas de terror, como es mi caso, es posible que
bostecéis a pesar de la tensión de querer saber dónde nos lleva todo esto.
De nota, le vamos a dar un 5 raspadete, y a otra cosa.
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