Hace ya una semana y media que vi la Segunda Temporada de “El Juego del
Calamar”, y la verdad es que he dudado mucho si merecía o no la pena hacer una
reseña de esta segunda temporada de una serie (surcoreana para más señas) que
lo petó en su primera temporada, a nivel mundial, allá por 2021, y que
catapultó a su actor protagonista incluso al estrellato de convertirlo, al
menos durante un tiempo, en todo un jedi.
Pero
después he pensado que, muchísimas veces dedico reseñas, entradas en el blog, a
películas que son una auténtica ñorda, y que no suelo escribir ni opinar mucho
sobre series, a pesar de que veo alguna que otra.
Las series, la verdad sea dicha, me restan bastante tiempo y muchas veces acabo de ellas tan cansado que no escribo ni una misera docena de líneas… Pero, dando por hecho de que habéis visto las dos primeras temporadas de “El Juego del Calamar”, solo voy a comentar algunas cosas que me han llamado la atención de esta nueva temporada, ligeras pinceladas, así a bote pronto, a la que podéis añadir si queréis, como siempre, vuestras propias opiniones, enfoques, comentarios o puntos de vista…
La Segunda Temporada de “El Juego del Calamar” nos ha llegado en el último mes de 2024 en forma de siete nuevos episodios que nos llevan a encontrarnos nuevamente con nuestro protagonista, Seong Gi-hun, que se ha propuesto con el dinero que ganó en la Primera Temporada, acabar con “El Juego del Calamar”, y para ello no solo recluta a una serie de tipos que no nos aportan mucho a la trama, más allá que el de dejarse emboscar, matar y ser continuamente burlados por la Organización que promociona el juego, si no que se hace con armas y busca por doquier a los reclutadores del juego, dando solo con uno, el más icónico quizás, con el que tiene un interesante, trepidante y cardiaco juego de la ruleta rusa, y no pudiendo evitar que 400 personas sean reclutadas para una nueva edición del juego, y eso que la pandilla de Gi-hun se tira 24/7 detrás de cualquiera que juegue al Ddakji… Un tipo de juego, por cierto, al que jugábamos en mi calle con los tazos que nos tocaban de los snacks de la marca Matutano hace 40 años, y con el que acabábamos enfadados la mitad de la calle… La trama que se desarrolla fuera de la isla, la verdad es que me ha defraudado bastante, esperaba algo más de chicha, de acción por parte de ellos.
El caso es que el hermano del
malvado y desconocido “Front Man”, organizador del juego y Final Boss donde los
haya, el detective Hwang In-ho, también se une a Gi-hun en la cruzada por buscar
a su hermano, y la isla donde se desarrolla el juego, que es del tamaño de
Badajoz, pero que no aparece por ninguna parte, y en cuyas instalaciones
participaron 400 albañiles, 35 fontaneros, 25 electricistas y 12 decoradores de
interiores… Sin contar escayolistas, informáticos, personal laboral… Vamos, que
la isla es como “La Estrella de la Muerte”, pero no aparece porque el capitán
del barco “Isabel II”, que fondea en la bahía de Cádiz, no la ha visto en su
vida… Algo que no cuela, ni te crees desde el principio, que atufa a soplón,
topo e infiltrado para atrás desde el minuto uno.
Una vez que Gi-hun (nuestro jugador 456) entra en el juego, se hace amigo del número 1, que como en la temporada anterior, es el que maneja el tinglado, pero nuestro protagonista está tan alucinado que no se da cuenta hasta el final, cuando lo tiene frente a frente y la traición se ha consumado a punto de acabar con el entramado… Venga ya…
Los personajes,
estereotipados, la mayoría fácilmente olvidable. Los juegos, algunos cambian,
pero tampoco son algo del otro mundo, y no me han hecho levantar mucho la ceja.
¿Y los soldados enmascarados, quienes son realmente?
En definitiva: De los siete
episodios, hay tres que me han parecido puro relleno. La serie me ha
entretenido, la he disfrutado, pero a ratos me daba la sensación de que todo
era más de lo mismo, y el añadido del grupo exterior, del que esperaba más,
solo es un relleno más que ni siquiera tiene una participación en el último
episodio, que es el que más acción e interés tiene con diferencia, aparte del
primero, y que tiene una escena post-créditos que nos adelanta los nuevos
episodios de la Tercera Temporada, aparte de una escena en donde se ve a uno de
los cámaras grabando en lo que se ha convertido en una auténtica cagada por
parte de los realizadores en la post-producción.
Aun así, como os comento, la he disfrutado, y a esta segunda temporada le doy su 6 de nota. Justo cuando hago esta reseña, me entero que la Tercera Temporada se estrenará la última semana de junio, y se habla en algunos mentideros de un posible spin-off… “El Juego del Calamar” tiene aún, por tanto, mucha tinta que soltar.
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