“El clon
de Tyrone” (Netflix, 2023) no es una película muy original, que bebe de
diversas fuentes y películas anteriores (para mi hay mucho de “Invasores de
Marte” de 1953, y de la serie “WestWorld” o de la propia “Almas de Acero”),
pero a sus casi dos horas (a las cuales le sobran entre 20-25 minutos), le
puedes sacar un cierto entretenimiento, e incluso, aunque creo que no era la
intención, hasta algún punto humorístico.
La
narrativa se me hizo confusa al principio. Pensé que estábamos a principios de
los años 70 por las formas de vestir, pero es una realidad posterior a Obama,
en el contexto de un barrio chungo poblado al 100% por afroamericanos, llamado
El Glen. Las referencias a Hannibal Lecter, al propio Obama, al 11-S o al
Laboratorio de Dexter me confundieron y me liaron.
En dicho
barrio, Fontaine, un camello que hace años perdió a su hermano, es cosido a
balazos tras venir de ver a Slick, un proxeneta y a su chica favorita, Yo-Yo.
Al dia siguiente se levanta de la cama como si nada, y Slick y Yo-Yo le informan
de lo sucedido la noche anterior.
Los tres comienzan una investigación en la cual descubren que bajo El Glen hay todo un complejo de túneles, plantas y ascensores, con lo último en tecnología genética, y manejado en un 98% por blancos que experimentan con los habitantes del barrio a través de la clonación y el control mental. Los tres querrán desmantelar el complejo, pero… Necesitaran ayuda para ello.
Entretenida, para mi tiene un cinco raspadete. No es una de esas películas que debas analizar desde el punto de vista científico (ni siquiera racional, creo), porque sino le sacarás muchos defectos y las preguntas se te multiplicarán. Kiefer Sutherland es uno de los malvados (hace años que no lo veía actuar), y John Boyega hace un buen papel, que engloba a varios personajes y varios puntos de vista. En definitiva: Echadle un vistazo, comentadme que os ha parecido “El Clon de Tyrone”.
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