“Una Vida
Maravillosa” (Netflix, 2023), película danesa que mezcla el género musical, con
el drama, el romanticismo y las poses del actor principal, que se luce más que Hulk
en una cristalería.
En la
narrativa, tenemos a Elliot, un joven pescador de gambas danés, que tienes más
problemas que un libro de Matemáticas. Hasta el minuto 45 he pensado que era
gay (no es criticar, es referir), porque se trae un rollo sin dilucidar con un
amigo suyo.
Tras un
golpe de suerte, en el que su amigo lo deja tirado, pero a la par conoce a las
dueñas de una productora (madre e hija), acaba por rendirse a su poder oculto.
Y es que Elliot es cantautor: Compone, canta y toca la guitarra (aparte de
pescar gambas y paserse sin camiseta a la mínima de cambio).
Con el nuevo
superpoder activado, Elliot se pone a componer canciones, a interpretarlas y a
triunfar en redes sociales, haciéndose pronto conocido y famoso entre el sector
femenino. Él aprovecha, por cierto, para tener una aventura con la hija de la
productora (que también es productora, critica musical, y al principio una antipática
de campeonato), dejándola embarazada a la primera de cambio (qué tío, además es
un macho de cuidado…). Y al olor del famoseo, vienen los problemas, regresan
viejos amigos y la cosa cambia para siempre…
Película
que aprueba por la mínima en mi opinión. Esta historia la he visto millones de
veces, no nos cuenta nada nuevo, y va dirigido a un publico más bien femenino
(y heterosexual), o eso me ha parecido… La dejo a vuestra entera disposición.
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