“Super Mario Bros: La Película”
(2023) viene con la crítica profesional petándolo muy fuerte en su análisis. La
verdad es que tenía que ver esta película en pantalla grande, y aprovechando
las vacaciones de Semana Santa me he acercado a verla… Son cincuenta años junto
a Mario y su inseparable hermano Luigi, y el reencuentro cinematográfico no se
podía eludir.
La película no me ha parecido
mala. Entretenida, si, pero no para andar tirando los miles de cohetes que la crítica
se ha gastado en alabar una película que, a pesar de regalar muchos guiños a
los jugadores de los juegos clásicos (sobre todo a los de los Ochenta-Noventa),
y tener una ambientación y una música correcta, tiene una narración un tanto
perdida que se pisa los pies así misma continuamente, con personajes
principales (Luigi) desaparecidos en combate en las primeras de cambio y
queriendo contar muchas cosas a la vez en poco espacio de tiempo (metraje de
una hora cuarenta minutos). En esta ocasión no diré que le sobra tiempo, o no
llegamos a agarrar el bus…
En la narrativa tenemos a los Hermanos
Bros (Mario y Luigi), que, tras dejar su anterior trabajo, montan un negocio de
Fontanería (con anuncio muy neoyorkino incluido) con desigual tino. En una
avería que afecta a Brooklyn, descubren el típico tubo verde.
A Mario le toca la lotería y
se desplaza hasta el reino Champiñón, donde La Princesa Peach gobierna sobre
los Toads en una monarquía, al parecer, electiva, muy colorida, pero poco
preparada para las guerras modernas.
Por otro lado, Luigi cae en el
reino de las Sombras, dominio de Bowser, donde es prendido y encarcelado (tras
ser torturado), y ya no tiene un papel relevante hasta los últimos quince
minutos de metraje.
Bowser es Elton John,
enamorado de la Princesa, y sádico conquistador de Reinos, temido por todos los
que habitan este singular mundo.
Así las cosas, por un lado
tenemos que Mario quiere salvar a Luigi, Peach a su Reino y de paso a su
Monarquía, y para ello deben reclutar a los gorilas de Jungle Kingdom, donde el
Príncipe Donkey Kong, que es amante del arte noble de arrojar barriles, debe
ser derrotado para que el ejército les siga contra Bowser… (Y paso de seguir con la narrativa, porque ya le he dedicado demasiado tiempo😀😁)
Como digo: Entretenida, pero
no para tirar cohetes. Narrativa atropellada en la que los mayores que conozcan
el universo entenderán algo, y los críos verán colores y bigotudos correteando.
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