Es una lástima que una idea
tan buena como la que se quiere contar en “Hogar a la Deriva” (Netflix, 2022)
se vaya al garete por un excesivo metraje que hace que el espectador se tire
bostezando largamente más de media hora, y no le vea final a la cinta.
En la narrativa, tenemos a
Kosuke y Natsume, dos jóvenes de sexto de primaria, que se han criado juntos en
unos edificios de apartamentos, ahora abandonados y a punto de ser derribados.
Una visita a dichos
apartamentos, en compañía de otros amigos, derivará en un accidente en el que
Natsume se precipita al vacío, pero antes de caer al suelo (lo que hubiera sido
una muerte segura), llueve torrencialmente y cae en un recién creado mar.
Así, el bloque de apartamentos
112, se convierte en un barco a la deriva, mientras que un extraño niño hace
aparición junto a ellos y todos se preguntan por el extraño milagro…
Se trata de una película sobre
el apego a los recuerdos, a los lugares y a las cosas, pero pincha a la hora de
dar vueltas y vueltas sobre lo que ya está narrado, perdiendo la oportunidad de
convertirse en mejor historia de lo que ya es.
La dejo a vuestra entera
elección. Más información en el vídeo que le dediqué en el canal de YouTube.
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