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miércoles, 9 de marzo de 2022

Vikingos: Valhalla. Primera Temporada (2022)

 

        Atención: Esta es una opinión personal, muy personal, llenita de revelaciones sobre la Primera Temporada de “Vikingos: Valhalla”. Allá tú si quieres que te reviente la serie… Estás avisado, avisada…


        La serie “Vikingos” (2013) comenzó a ilusionarme, para parecerme un tostonazo sin mucho sentido en sus dos últimas temporadas. Me pareció que el guionista principal perdió el Norte (nunca mejor dicho), y la serie tenía muchos frentes abiertos, inabarcables en una sola serie.


        Por ello, quizás, me he acercado con miedo a la Primera Temporada de “Vikingos: Valhalla” (2022). Y, efectivamente, algunos de mis miedos se han confirmado, mientras que por otra parte, algunas partes de sus ocho capítulos, me han enganchado y me han parecido bastante interesantes.


        Vayamos por partes. En el primer episodio nos encontramos a un grupo de alegres hippies woke que viene de Groenlandia, según ellos, pero bien podrían venir del Womad de Cáceres, y que llaman poco, poquísimo la atención. Son veganos, vegetarianos, vegetales y vikingos paganos. Hablan con las piedras y oyen el rumor de las aguas. Hasta ahí, más o menos normal.


        Entre el grupo viene un tal Leif Erikson, hijo de Erik el Rojo, que sabemos que fue el vikingo descubridor de América, por la zona canadiense (la famosa Vinland de los Cantares), unos cientos de años antes de la llegada de los malvadísimos españoles. La misión de tan peculiar grupo es vengar la violación y posterior tortura de Freydís, una joven escudera (hermana de Leif según las viejas tradiciones groenlandesas) a mano de un cristiano, algo que se resuelve con bastante celeridad.

        A partir de aquí, nuestro simpático grupo se divide en dos, o mejor sufre una escisión. Freydís se vuelca en conocer más de su bella religión pagana, mitológica, que consiste en hacer sacrificios humanos de vez en cuando y escuchar a los bosques, mientras que mantiene una relación con un cristiano, descendiente del mítico rey Harald. Y el grupo de Leif, se mete en la conquista de Inglaterra, en la que caen casi todos a la primera de cambio.

        Bien. Vamos bien… Ahora aparece una condesa negra, afrodescendiente. Mal, ya la hemos jodido. Y hay más afrodescendientes pululando por Escandinavia libres, algunos guerreros, otros comerciantes. Mal Neflix, ya le has metido la patada a los libros de Historia. Que sí, que muy bonito, que si la diversidad y todo lo demás… Pero sabemos que no fue así.

        Este personaje, seguramente, está basado en la figura de Hakon Eiriksson, el cual fue un hombre, conde, y que tuvo un final muy diferente al de la serie. Pero a Netflix, ya lo sabemos, esto le da igual.

        En Inglaterra, nos encontramos una batalla espectacular en el cuarto episodio, que acaba con el rey de Inglaterra preso (Edmundo), algo que también sabemos que no fue así, sino que este fue derrotado en una batalla posterior por el Rey Canuto y los vikingos no derribaron el Puente de Londres ni entraron en dicha batalla en la ciudad siquiera.

        Una vez aquí, ya nos ha quedado claro que los vikingos pasan por una crisis de fe. Los hay que quieren seguir con la verdadera religión, la de Thor, Odín y compañía, cuyo centro neurálgico se encuentra en Uppsala. Y los que siguen a un falso dios, el de los cristianos, que son sádicos, malvados, despiadados y no ayudan a las ancianitas a cruzar la calle.

        Tras la muerte del rey de Inglaterra (que no murió de la manera que nos explican, pero ya todo nos da igual), damos un salto al asedio cristiano a Kattegat en el octavo episodio (lo demás es relleno). Este último episodio es realmente chulo, espectacular, por la batalla que presenta y porque se cargan a personajes que sobraban desde hacía 14 episodios. La serie tiene 8 episodios, y estos sobraban desde antes de que empezara la serie. Dichas pérdidas, las celebré con chupitos de aceite de girasol, que es lo más caro que encontré.

        En este episodio me rayó bastante la presencia de trabuquetes vikingos, que yo juraría que no aparecen por Europa hasta unos cien años después, o incluso un poco más (ese modelo concreto, me refiero), pero deja claro que los protagonistas también pueden morir, o salir mal parados, y dejan un buen final para una Segunda Temporada  (2023) para la que habrá que esperar un año.

        Cosas buenas: Buena ambientación en general.

        Cosas Malas: Todas las mencionadas. Grave error darle patadas a los libros de Historia para buscar la espectacularidad, incluyendo la aparición del garrote vil con fines proféticos. La realidad de la Historia ya fue lo suficientemente interesante como para tergiversarla.

2 comentarios:

Carlos dijo...

El párrafo del asedio a Kattegat es de los mejores delirios que has escrito aquí en mucho tiempo jajajajaja.

Duncan de Gross dijo...

Es que hay cosas...