“Corre como una chica” (2019) es la típica película basada en hechos reales, con el afán de superación como principal aliciente. Cuenta la historia de Michelle Payne, que venía de una familia ultra-religiosa con tropecientos mil hermanos, padre viudo, y un amor a los caballos por parte de todos ellos.
Michelle dedica su cuerpo y alma a convertirse en jockey profesional, mientras cuida de Steve (su hermano con síndrome de down) y supera todos los obstáculos posibles: Desde caídas y huesos rotos, al típico “eres una chica”. Finalmente, se hizo con la Copa Melbourne (2015), demostrando que podía, y callando más de una boca.Es la típica película de sobremesa, que no es de la factoría Disney por el bigote de un gato. No es para tirar cohetes, y a ratos me ha hecho bostezar. En los minutos iniciales y finales, aparecen imágenes de la real Michelle, y de su familia. La dejo a vuestra cuenta y riesgo.
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