Los dibujos de Josep
Bartoli los conocí, por primera vez, de pasada, en las clases de la Dr.
Bartolozzi durante la carrera de Historia del Arte, allá a finales de los
noventa. Un exiliado, republicano español, que había formado parte de la
intelectualidad mexicana (igual que el propio familiar de la Dr. Bartolozzi)
antes de pasar a Nueva York, donde fallecería.
Posteriormente, he
visto algunas fotos de él y de sus dibujos, y conocía, a grandes rasgos, su
historia. Por eso, cuando este año vi que se publicaba “La Retirada. Éxodo y
exilio de los republicanos españoles” (El Mono Libre Editorial, 2020), la
curiosidad me pudo, y me lo he agenciado estos días atrás.
El libro en sí es
bastante interesante, aunque algo anárquico en su planteamiento (esto, ojo, no
es sinónimo de que sea mal libro o que carezca de interés). Efectivamente, nos
encontramos con los dibujos de Bartoli, que son increíbles, dibujados a
escondidas en los diferentes campos de concentración franceses que tuvo que
visitar. Son dibujos que reflejan perfectamente el momento, algunos abigarrados
y llenos de fuerza, otros que muestran una increíble tristeza y la falta de
libertad en el campo de concentración de turno, con alambre de púas, manos
abiertas y orondos guardias franceses sonrientes y distantes. Algunos de dichos
dibujos con comentarios o anotaciones. Nos encontramos con su biografía, su vida,
explicada por Georges Bartoli, su sobrino, ya nacido en el exilio francés, y el
relato de Laurence García. Los propios pensamientos de Georges sobre cómo
afectó el exilio, aquella retirada, a su familia y a los españoles republicanos,
derrotados e insultados y humillados en la Francia que los acogió y que los
veía poco menos como entes peligrosos que invadían su frontera sur.
Una serie de
fotografías realizadas por el propio Georges en algunos escenarios en los que se
movió Josep, unos poemas y una conversación que mantiene con su mujer y con su
madre durante su viaje, además de unos hitos históricos desde la proclamación de
la República, hasta la actualidad, rematan el libro.
“La Retirada” resume
bastante bien el pensamiento que tuvieron aquellos exiliados que no volvieron.
Es un libro que me he leído en poco más de media hora, y ha satisfecho a medias
mi interés por Bartoli, porque me hubiera gustado saber más de su trabajo como
artista, sus exposiciones, sus lienzos y sus influencias, la evolución de su
arte en su etapa mexicana y neoyorkina, algo que no refleja el libro, ya que se
basa más en el conflicto y en el exilio, que en su vertiente artística. Aun
así, como digo, me parece un libro interesante, y a tener en cuenta.
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