Con “Adiós” (2019) me he
llevado una grata sorpresa. Es una película a la que le puedes poner algunos “peros”
(como la oscuridad de algunas escenas, en las que no se ve absolutamente nada, o
que la cámara a veces se mueva más que un pulpo en un vaso), pero el resultado
final me ha gustado.
Estamos en Sevilla. Juan
(un Mario Casas que lo hace muy bien) acaba de salir de la cárcel, y solo
quiere reunirse con su chica (Natalia de Molina) y con su hija que va a hacer
la Comunión. Al regresar de la fiesta, unos tipos embisten el coche de Juan y
la nena muere en el accidente. Entonces, Juan, con ayuda de su familia,
comienza a investigar quienes fueron los que embistieron su coche, para
vengarse de la muerte de su hija.
Paralelamente, Eli, una
oficial de policía (Ruth Díaz, que también hace un buen papel) investiga el
mismo caso, pero descubre que sus propios compañeros de comisaría, corruptos
hasta la médula, están metidos en algo gordo, algo relacionado con la droga,
los asesinatos y el caso que Juan intenta vengar.
Interesante y
entretenida. Los actores, todos, hacen una gran actuación. Tiene un par de
cosas que chirrían, pero a mí, como os comento arriba, me ha gustado el
resultado final, no me ha dejado mal sabor de boca.
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