“Sergio” (2020) es un
biopic sobre el diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello, Alto Comisionado
de la ONU, que tuvo un papel muy destacado en Camboya y en Timor Oriental,
consiguiendo su total independencia de Indonesia, después de 24 años de
invasión (antes, había sido colonia portuguesa).
En 2003, llega a Irak,
como Representante Especial de las Naciones Unidas, con las tuercas apretadas
por el Gobierno americano, que quería que les allanara el trabajo de su
presencia en el país. Una bomba donde trabajaba, el Hotel Canal, acabó con su
vida en agosto del mismo año (había llegado en mayo), junto a la de 21 de sus compañeros. Lo cual llevó a la ONU a retirar a sus diplomáticos, y que aquello se transformara en un infierno.
La película narra,
durante dos horas, todos los trabajos que realizó para la ONU allá donde fue, mientras
agoniza bajo toneladas de escombros, mezclado con una relación amorosa que tuvo
con una compañera de trabajo (Carolina, la actriz Ana de Armas). Su trayectoria
en la ONU era imparable hasta que el atentado acabó con su vida.
La cinta hubiera funcionado,
creo yo, mejor como documental. A mí, sus dos horas, se me han hecho eternas, a
pesar de su interés histórico, que es con lo que me quedo, ya que el personaje
me ha parecido interesante, y apenas lo recordaba (2003 no fue, precisamente,
un buen año para mí). La dejo a vuestra elección.
P.D: El parecido de
Wagner Sousa, el actor principal, con el presidente español Pedro Sánchez, es increíble.
Hasta tienen los mismos gestos, poses y ademanes.
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