Tercer cómic de la
colección “Operación Overlord”, que nos sigue mostrando algunas pinceladas de
los que fue el Día D, y, en este caso, una misión que se adjudicó a comandos y
paracaidistas canadienses y británicos (también hubo belgas, por lo que he leído, pero esto no sale
en el cómic).
De los tres cómics que
llevo, quizás, de momento, este, titulado “La batería de Merville” (Norma,
2016) de Bruno Falba (guión), Davide Fabbri (dibujo) y Domenico Neziti (color),
sea el más flojo de los tres. Ya que se tira más de la mitad del cómic narrando
la vida de los soldados antes de la operación, fundamentalmente, la de uno de
ellos, desde el punto de vista sentimental, estando la acción del cómic
concentrada, prácticamente, en las diez o doce últimas páginas.
La batería de Merville era
un punto estratégico que protegía la Playa Sword. Tenía ciento sesenta hombres
repartidos en casamatas, bunkers, trincheras antitanques, alambre de espino
para parar un tren y garitas fortificadas con ametralladoras enfilando a la
playa. Su aniquilación antes del desembarco era fundamental. Se bombardeó en
varias ocasiones sin éxito, ya que el groso de sus muros (2 metros) la hacían
inexpugnable a los ataques aéreos. Se llegó a hacer una reproducción a escala,
en Inglaterra, para que los comandos pudieran entrenar su toma y su
destrucción, todos los ensayos salieron bien, pero el día de la toma. Todo
salió peor que mal.
Los paracaidistas cayeron
en su mayoría, más al este de donde deberían, y eso hizo que muchos de ellos se
ahogaran, en una zona que el propio Rommel había pedido que se empantanara. Así
que muchos de ellos, simplemente se ahogaron cuando llegaron a tierra. De los
750 efectivos, solo 150 consiguieron reunirse y tomar la posición, con otro
casi 50% de bajas (entre muertos y héridos), ya que solo 66 hombres fueron los que sobrevivieron a la
misión (o más bien, que quedaron en condiciones de seguir combatiendo).
Tras aquello, la llegada
de las tropas de desembarco a Sword fue más sencilla, pues de estar en activo
la batería, aquello hubiera supuesto una auténtica carnicería y el fracaso
aliado en aquel sector, sin duda alguna. Aún así, y eso no lo explica el cómic,
sino
en esta web de castellano macarrónico, la batería tuvo que se abandonada,
una vez saboteada, por los británicos. Los alemanes la volvieron a tomar, y
pusieron en funcionamiento, al menos, dos de los bunkers. No fue
definitivamente tomada hasta el 17 de agosto de 1944 por tropas
estadounidenses.
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