Después de haber leído “Las águilas de Roma.
Libro I”, uno quiere saber cómo siguen las aventuras de Marco y Arminio.
Los dos jóvenes criados juntos, que pasan de un odio visceral, a ser auténticos
hermanos de sangre en la Roma del S.I.
En esta ocasión, los dos
jóvenes, parecen querer seguir caminos distintos. Por un lado, Marco se ha
enamorado de una joven que va a ser casada con el noble Lépido. Un matrimonio
concertado, donde el amor sobra. Marco intentará evitarlo, pero está demasiado
borracho para ser tomado en serio.
Por otro, Arminio, se
alista en el ejército, con el fin de poder volver a Germania. El camino de los
dos se bifurca, pero más pronto que tarde, está claro que volverán a
encontrarse, pues así está escrito en sus destinos.
El segundo libro (Norma,
2010) multiplica las escenas de sexo que no vienen a cuento, y van haciendo la
trama más predecible. Sigue siendo recurrente que me recuerde a la historia de “Ben-Hur”,
pero es que es así de claro. Comienzas a verlo venir. Aún así, la historia no
decrece en interés por ello, y el dibujo y colorido de Marini ayudan a que ese
interés se mantenga intacto mientras lees.
En las páginas finales,
vienen un glosario de palabras latinas y germánicas, al igual que venía en el
primer libro. Las guerras vuelven a Germania, y la verdad es que ya le tengo
ganas al tercer volumen, así que no creo que tarde mucho tiempo en leerlo. Ya
os contaré.
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