“El camino: Una historia
de Breaking Bad” (2019), es el epílogo, con seis años de retraso, a una de las
mejores series de todos los tiempos, en mi opinión, “Breaking Bad”.
Y, es que, aunque la
serie cerraba casi todo el circulo en su episodio final, nos faltaba saber cómo
le va a uno de sus dos principales protagonistas, Jesse Pinkman. Y, claro, seis
años después, los cuerpos y las caras se notan cambiadetes, a pesar de que la
historia transcurre, justo un día después de los acontecimientos del último
episodio, con un Jesse Pinkman huyendo y buscando su futuro, mientras sus
numerosos flashbacks van tapando los huecos dejados en la narrativa, o
recordándonos algunos elementos de la trama.
La película no defrauda,
aunque es cierto que no tiene mayores pretensiones, en mi opinión. Es la
película que el personaje de Jesse se merecía, aunque hubiese sido mejor que la
hubieran realizado hace seis años, y no ahora, porque hay personajes, como el
de Todd, que tienen 40 kilos de más (tirando por lo bajo), y no es el único. No
hay mucha acción, ni violencia (bueno, hay una escena de tiros a cuatro metros
de distancia, pero aquello parece fogueo), pero si la satisfacción de volver a
ver a estos personajes y su mundo, una vez más, antes de decirles adiós.
P.D: Efectivamente
amigos, le sobra media hora larga, y contaría lo mismo. Me habéis leído el
pensamiento.
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