“Wu assassins” (2019) o “Los asesinos del Wu”, es una serie
bastante entretenida que me he estado tragando durante las últimas semanas. En
ella, Kai (el luchador y actor indonesio Iko Uwais), es un chef que trabaja en
el barrio chino de San Francisco, se ha criado a la sombra de un poderoso
mafioso chino, un tal Tío Seis.
Un buen día, una tipa vestida de blanco le otorga los poderes
del Wu, que son ni más ni menos que unos poderes sobrenaturales, resumen de los
conocimientos de mil monjes guerreros, por lo que Kai cambiará de cara o de
personaje cada vez que los usa (no salen ni cuatro, casi siempre sale Mark
Dacascos, que es un clásico, con sus casi setenta años, de este tipo de
películas).
A Kai se le encomienda una misión. Derrotar a los Asesinos
del Wu, cinco jefazos que controlan los poderes elementales de la naturaleza
(fuego, agua, tierra, metal y ¿madera el más poderoso?). Él, al principio se
niega, quiere seguir haciendo comida oriental en su restaurante, pero poco a
poco se convence de su misión, sobre todo cuando en su vida se atraviesa la
mismísima Lagertha (Katheryn Winnick, que nos tiene enamorados), policía
experta en artes marciales.
La serie es entretenida. Tiene unos efectos especiales
regulares, pero ello no le quita interés. Es una narrativa muy parecida a la de
videojuegos clásicos, como Street Fighter (con sus hadoukens clásicos) o Doble
Dragón (y curiosamente, aparecen algunos actores que participaron en ambas
cintas), y tiene unas subtramas poco convincentes (como la del Jefe de Policía,
que te crees que va a tener un papel destacado y…¿¿??), para rellenar un poco
de hueco, pero sus escenas de lucha y acción están curradas… Se deja ver como
digo, pero espero que no tenga segunda temporada, no tendría mucho sentido, a
pesar de lo que aparenta el último episodio.
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