Cuando hace casi treinta años comencé a leer autores
norteamericanos de la segunda mitad del S. XX (sobre todo a Bukowski, y por
ende, a John Fante, que me maravilló) en mi época de estudiante mediocre de
Secundaria, uno de los autores que cayó en mis manos fue Arthur Miller
(1915-2005).
Miller no me llenó tanto como otros autores, de hecho, me
llegó a aburrir sobre manera, a pesar de que había algún que otro profesor que
lo veneraba. Durante la carrera, lo volví a intentar con él, pero no lo acabo
de tragar. Y, hace unos días vi este libro de cuentos y relatos, “Ya no te
necesito” (Tusquets, 2003), en el que viene el cuento “Los inadaptados” (título
que, creo, se le puso en Argentina, ya que este relato fue inédito en España
hasta 2003 precisamente), que, posteriormente, se convertiría en la película
dirigida por John Huston, “Vidas rebeldes” (1961), que protagonizaron Marilyn
Monroe (que estuvo casada con Miller durante cinco años, y por el cual se
convirtió al judaísmo) y Clark Gable.
El cuento “Los inadaptados”, a mi parecer, es de lo poco que
se salva del libro (y aquí es donde los eruditos se estarán haciendo cruces,
por lo que acaban de leer): En el cual, un grupo de hombres persiguen y
capturan a caballos salvajes, para venderlos, como carne de perro, centrándose
mucho en una yegua y su potro, y en lo poco que sacarán dichos vaqueros por un
trabajo tan arduo. Y es que Miller, en mi opinión, brillaba mucho más en los
relatos cortos, que en los cuentos que publicaba en revistas, en fascículos
coleccionables (mediados de los cincuenta) y que no solían llegar muy lejos en
cuanto a interés: Decía menos, cuantas más páginas le dedicara. El Miller
interesante es el Miller dramaturgo, el Miller crítico que vivió la caza de
brujas anti-comunista de un loco como el senador McCarthy (un auténtico
obsesionado), el Miller de “Muerte de un viajante” (1949) …
Aparte de “Los inadaptados” , me quedo con los relatos
cortos “Monte Sant´Angelo”, donde un judío y su amigo buscan los orígenes de
uno de ellos en un pueblo perdido en las montañas de Italia (el judaísmo,
siempre tan presente en la obra de Miller), “No mates nada, por favor”, que es
un interesante relato casi ecologista, en el que una mujer trata de devolver al
mar los peces, recién sacados del mar, que nadie se comerá, y se encuentra sola
en su lucha de titanes por salvar a los peces. O, “La profecía”, donde Miller
se ríe bastante de veedoras y cosas parecidas. El propio “Ya no te necesito”,
protagonizado por un nene de cinco años, judío, llamado Martín, es un tanto
pesado, sobre la sensación de soledad que puede tener un crío al que no dejan
de momento entrar en la sinagoga ni participar en los oficios religiosos y que
tiene una difícil relación con su madre…
En fin, lo dejo para los que se atrevan con él. Yo le daré
un tiempo antes de volver a intentarlo. Miller era un crack, si, de acuerdo,
pero a mi no me acaba de llegar del todo…
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