(Claustro de San Sebastián de los Reyes. Me gustó mucho este sitio. Gótico)
El jueves salimos a las
seis de la mañana de Valdelacalzada. El viaje no se nos hizo largo, a pesar de
las casi cuatro horas, en parte como íbamos dormidos.
(Callejeando)
Una vez en Toledo, a
patear calles. Bus en la Puerta de la Bisagra, y a andar por calles y callejuelas
repletas de turistas: San Sebastián (me chifla su claustro), Santo Tomé (El entierro
del Conde Orgaz), la judería con su sinagoga, el Alcázar (que yo no conocía)
que alberga el Museo del Ejército: Muy interesante, con piezas que harán las
delicias de cualquier aficionado a la Historia, te guste o no lo militar.
Después, comimos en un pequeño restaurante sirio, llamado Damasco, que a mí me
gustó mucho, coqueto y caluroso, pero con un personal encantador. L@s chic@s se
dispersaron por los distintos Burger´s que hay por allí. Toledo es una ciudad
que siempre me gusta visitar, me harto de andar, patear todo aquello y siempre
me quedo con ganas de más. En la Catedral no entramos por falta de tiempo,
aunque también la conozco y es maravilla.
(Museo del Ejército en el Alcázar. Habrá que volver)
Por la tarde Aranjuez,
ciudad que no conocía, y cuyo Palacio me ha parecido también una pasada. Si vas
a partir de las cinco de la tarde, la entrada es gratis. Hotel en Valdemoro, “Hotel
Valdemoro”, pequeño, de esos que pasan desapercibido, en el Centro,
aparcamiento casi imposible, para pasar la noche y poco más.
Al día siguiente,
viernes, visita a la Wagner. Conviene ir con las entradas compradas de
antemano, y aún así, las colas son enormes. Abren a las 11 o 11,30 (no lo tengo
claro), y a partir de ahí, ráscate la billetera o la tarjeta, porque el Parque
no es barato. Nada más entrar, os van a abordar unos chicos jóvenes, con el
rollo de haceros una foto. Si os la hacéis, la foto estará al cabo de unas
horas en un puesto de la plaza de entrada, y creo que cuesta unos seis leuros.
Algunos de los alumnos se la hicieron. Yo, primo de El Fary, parezco un chino
harto de limones, pasé de la experiencia al no ser muy fotogénico.
(Caballería ligera musulmana. Las recreaciones están muy bien conseguidas. Arquero)
Nosotros íbamos con un
menú de grupo que incluía la entrada: Macarrones, escalope con patatas fritas,
postre y agua. Si te sales de ahí, te pueden cobrar 5 leuros por una ensalada
perfectamente, sin pestañear. Un consejo: Hay que ir buscando sitio para comer
a partir de la una. ¿Es muy pronto? No, créeme que lo agradecerás, porque los
españolitos tendemos a ir a comer a partir de las 13,45 o 14,00 y se pone todo
a tope, con gente de pie, a 12 centímetros de ti, mientras tu comes y ellos,
los que quieren comer, esperan. La zona del Rancho es de las más espaciosa, es
un self-service y es rápido. En el Parque no faltan zonas de aseos, tiendas y
restaurantes. La Wagner no la conocía, me ha gustado mucho, y me gustaría
volver, pero, como digo, hay que ir bien preparado de “pasta gansa”, y con
críos se disfruta mucho más. En las atracciones, como buena gallina, no me
monté. Solo me interesaba andar, pistear, patear cuesta arriba y abajo. Al poco
de llegar, perdí mi podómetro, que se me desenganchó de la muñeca. Lo reclamé
en Atención al Cliente, y apareció a media tarde, lo cual es de agradecer, ya
que me trataron muy bien en ese aspecto.
Hay espectáculos callejeros
cada cierto tiempo, y los personajes salen de vez en cuando para que los nenes
se puedan hacer una foto con ellos, aunque quizás no lo suficiente, ya que se
montan colas rápidamente detrás del Pato Lucas o de Bugs Bunny. Las tiendas
suelen tener mucho material de Superman, Batman, Flash, Wonder Woman y Linterna
Verde, y algo menos de Harley Queen, Cyborg y Joker. No vi nada relacionado con
Robin, Teen Titans, Green Arrow y otros personajes de DC Cómics… Me gasté 60
leuros en regalos: Camisetas, capas de superhéroes… Pero, es lo que había… La
ambientación cambia por “barrios”, igual que la música ambiental. A las seis de
la tarde nos fuimos, porque el viaje de regreso se vaticinaba eterno, como así,
de hecho, fue. Y, en resumen, lo pasamos genial. Un detalle, que me gustó mucho,
fue ver chic@s con discapacidad trabajando en el Parque. Me pareció un acierto.
(Nunca había pisado un Starbucks. En Extremadura no existen, y cuando he ido por ahí nunca me ha dado por entrar... No creo que repita la experiencia)
(El Joker dejó el crimen y montó una tienda de chuches. ¿Hay algo más malvado que eso?)
Vi que el 14 de junio
abren Wagner Beach, un parque acuático, y sería interesante darse una vuelta.
Lo malo del viaje: Que, con las paradas, desde el Parque hasta Extremadura
(Valdelacalzada) hay casi seis horas de bus. Con el terreno que tenemos por aquí,
una bajada fiscal, y apretando las tuercas con las infraestructuras viarias, ya
podían montar un Parque Temático en Extremadura (Bellota Park o algo parecido),
que el éxito (la rentabilidad no sé) creo que estaría asegurado. Vara: Menos
Casinos (que no somos indios) y más cosas de estas hay que buscar, que den
curro, entretengan y no contaminen mucho.😋😋
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