Mis Redes Sociales

Mis Redes Sociales.
Sígueme en YouTube Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en TikTok  Sígueme en Twitter

lunes, 24 de diciembre de 2018

Predator (2018)



        No sé cuantas películas me habré tragado de Predator o “Depredador”, desde la mítica del Chuache, en 1987, que dejó el listón prácticamente inalcanzable. Hasta las secuelas en una ciudad del futuro, Los Ángeles creo recordar, o en las que el bicho sanguinario y cabronazo se enfrenta a Aliens, o a humanos secuestrados y puestos como carnaza en un planeta solitario, o cuando se fostia con Popeye el marino o con Dora la exploradora.

         El caso es, por todos los medios, intentar seguir chupando de la teta del Predator de todas las maneras inimaginables. Así que, cuando te encuentras para alquilar otra película del bicho alienígena y experto en hacer picadillo cualquier cosa, pues te dices… ¿Por qué no? A sabiendas de que no será mejor que la del Chuache, porque es imposible superarla.

       En esta ocasión, nos encontramos con un francotirador del ejercito gringo, que tiene un encontronazo con un Predator (se llama Johnny, el Predator), en una misión en México. Rápidamente, el Predator es trasladado (sin problemas atraviesa el Muro de Trump, a pesar de ser inmigrante) a unas instalaciones secretísimas, donde lo analizan y le ponen “Sálvame”, lo cual cabrea mucho al bicho en cuestión. Los yanquis descubren que el simpático Predator ha modificado su propio ADN, metiendo adn humano, entre otras cosas, demostrando que no es tan inteligente como aparenta.

        Mientras tanto, un chaval con síndrome de Asperger, se pone a enredar en casa con los trastos que el francotirador le había mangado al Predator, llamando a un colega espacial, un kinki predator cazarrecompensas con dos perros de raza peligrosa, y tres metros de altura, que viene a buscar al Johnny…

       Tiene sus ratos divertidos, surrealistas, absurda como ella sola, sanguinolenta, es entretenida… Pero, poco más. Para pasar un rato y echarte unas carcajadas.

P.D: El final augura continuidad. Terrible.

No hay comentarios: