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sábado, 3 de noviembre de 2018

Retrotopía (Paidós, 2017) Zygmunt Bauman



         Hace poco más de un año, me leí (estando en la piscina), “Extraños llamando a la puerta” (2016), en la que el fallecido filosofo polaco reflexionaba (en un librito que se lee muy bien, con celeridad y claridad) sobre las migraciones en una etapa convulsa, en Europa, en la que el autor pedía meditación y reflexión. Bauman, por suerte, se ha perdido la caravana hondureña que se dirige hacia los Estados Unidos, y que, seguramente, le hubiera valido otra nueva reflexión, con disgusto mediante. Ya entonces, aunque no estaba de acuerdo con muchas de las ideas, y pensamientos, de Bauman, vaticiné que leería algo más de él.

        La oportunidad me ha llegado esta semana, con “Retrotopía” (Paidós, 2017), su obra póstuma, cortita igualmente, donde la reflexión gira en torno al hombre actual. Retrotopía es, según el autor, “mundos ideales ubicados en un pasado perdido/robado/abandonado que, aún así, se ha resistido a morir…” He de reconocer que, la definición, me encantó cuando la encaré. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Nos inclinamos, cada vez más a menudo, a afirmarlo. Yo mismo, en mis clases de Geografía, me enfrento a preguntas y reflexiones, por parte de mi alumnado, que asiste impávido (no se lo creen, hasta que no lo ven) a las cifras y augurios, a los datos, de un planeta que se muere, y que les va a tocar a ellos ser los protagonistas de un par de grados más de temperatura, de asistir al final del Ártico y del Antártico, y posiblemente, de la emisión de varios Gran Hermanos más en TeleCinco, que es lo más preocupante quizás. Ya que es la prueba, fehaciente, de que alguien, les toma por tontos.

       Así, pues, Bauman reflexiona, recapacita, sobre la tendencia a la vuelta de algunos pasados por parte de una sociedad globalizada, que tiene los medios tecnológicos a su alcance para lograr grandes cosas, pero que se está encasillando en pasados un tanto oscuros. Reflexiona sobre la vuelta a Hobbes (1588-1679) y a su idea del Leviatán. ¿Está la sociedad sojuzgándose a un poder superior, llamado Estado o Empresa o Economía mientras revisa su cuenta de Twitter?, ¿Vuelve un neoconservadurismo?, ¿Echamos de menos las tribus?, ¿Triunfan los nacionalismos periféricos? (aquí cita los movimientos secesionistas de Padania en Italia, pero el catalán, el vasco o el escocés también, supongo, estarían en la mente de Bauman, que tampoco vivió para conocer el 1 de octubre de 2017), ¿Somos la sociedad más desigual de todos los tiempos?

        Me gusta el planteamiento de las diferentes cuestiones que se presentan en el libro. El mundo gira muy rápido, y es una lástima, como os digo, que Bauman se haya perdido algunos de los acontecimientos ocurridos en los dos últimos años. Supongo que ellos le hubieran hecho ser más pesimista, ya que aboga (junto al Papa Francisco), por el “dialogo”, y creo que, en los tiempos que corre, ese dialogo no existe hasta la fecha. No coincido con él, personalmente, en la demonización del individualismo. La gente tiende a estar sola en una sociedad cada vez más fría y visceral, pero no creo que el carácter individual de algunas personas sea la competitividad a la que hace mención, y producto de una sociedad desmembrada a pasos agigantados. Hay personas que son felices, estando solas. Curiosa la reflexión sobre el Amor, antes se decía “mi amor, o mi esposo… Ahora, mi compañero”, lo cual demuestra lo poco que ya se van a aguantando las nuevas generaciones, muy apoyadas en el sexo, en lo fugaz, más que en relaciones estables … Sigue habiendo de todo, como en botica, y más en los ámbitos rurales en los que yo me muevo.

       En fin. Resumiendo, me ha gustado leer, nuevamente a Bauman, aunque no comparta todas sus ideas, pero ahí radica la gracia… En mantener un dialogo fluido, sincero y cordial.

           P.D. Pienso incorporar "Retrotopía" a mi vocabulario.

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