(Giorgio Tsoukalos, la cara más conocida de Canal Historia)
La verdad es que, cuando me dio por contratar el Canal
Historia, esperaba encontrarme con buenos documentales históricos las 24 horas
del día. Mi desilusión fue mayúscula cuando descubrí que un canal de
televisión, con el epígrafe de Historia, solo emitía documentales de baja
calidad, casi siempre relacionados con una obsesión (bastante compulsiva) de
algún oscuro director, o productor, que yo imagino en un despacho mirando por
la ventana y tirando bolas de papel a un cubo con el careto de Mickey Mouse… El tema Ovni, y sin mucho rigor científico,
histórico, y ni siquiera documental…
(Wow!!, esto debe valer una millonada, y estaba en un basurero...)
No seré yo quien diga que el tema Ovni no sea interesante.
Hombrecillos grises (cuando yo era crío eran verdes), que vienen, nos observan,
nos secuestran, que posiblemente sean nuestros papis biológicos (según Canal
Historia) y todo lo demás. Para eso uno es friky, orgulloso friky, de Star Wars
y todo lo que lleve una pistola láser como seña de identidad. Pero, cuando
empiezas a tener ovnis hasta en la sopa, ya dices: Voy a ver que echan en Jara
y Sedal (que también tiene lo suyo). Cuando no son tipos rebuscando basura
(ellos dicen que son tesoros) en viejas granjas del medio oeste (con Desdentado
Joe en el umbral de la puerta con un Winchester descansando en las rodillas) o
Historias de Nazis… Nazis relacionados con Ovnis, por supuesto.
(Humano, somos tus papis. Saluda a tu abuela)
Después, en Grandes
Almacenes, me he encontrado algunos documentales buenos, o al menos pasables,
con la firma de Canal Historia, de esos que nunca emiten, no sé por qué motivo,
y que incluso he llegado a usar en algunas de mis clases. Documentales de Mitología,
de la Revolución Francesa o de la Edad Media… Y lo mejor de todo, a un precio
muy asequible.
Que no tengamos, en este país, un buen canal de televisión,
dedicado a la Historia, o a la Literatura, o al Arte, es para mí un error
imperdonable. La televisión, quizás ya no tenga el peso que tenía hace unos
años, en los ochenta, en los noventa, o incluso al comienzo de siglo. Ha ido
cediendo espacios audiovisuales enormes, llanuras inmensas al empuje cada vez
más fuerte (e impredecible) de Internet TodoPoderoso.
Pero, ¿Eso es una excusa para ofrecer productos de mala
calidad? Cuando un canal de pago ofrece basura, y encima le estas pagando,
quiere decir dos cosas: Primero, creen que eres idiota (y posiblemente lo seas),
y Segundo, vamos de culo, sin frenos, a un analfabetismo crónico, riguroso, de
manual.
Critico Canal Historia, como podría criticar cualquier otro.
Hay cientos para elegir, pero hoy le ha tocado el Premio Gordo a ellos. La cosa
se pone peliaguda cuando a unos tipos, que eligen los paquetes audiovisuales
para emitir, les interesa desinformar. Que la gente no piense, que hablen del
Madrid-Barça, o de la puta casa de Gran Hermano, pero que no les dé por
reflexionar, que eso es lo jodido: Reflexionar. Tanto, que yo muchas veces les
digo al alumnado: Cuidado con esta actividad, que hay que reflexionar… Los
espacios culturales, acorralados en la guía televisiva, son como esos animales
a punto de la extinción, que nos muestra La 2 en momentos de total anarquía.
P.D: Canal Historia firma la maravillosa serie Vikingos, que
es en mi opinión de lo mejor que hay, actualmente, en la parrilla, y a la que
quiero dedicar una entrada un día de estos. Como veis, no todo es malo. Lo
dice, un idiota.
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