Desde hacía ya un tiempo tenía pensado en hacer una reseña de esta
película de 2013, la película estadounidense de ciencia ficción “Coherence”, y
fue cuando le hice la reseña a “El Gran Diluvio”, cuando me acordé de ella,
porque en algunos aspectos, y salvando las distancia, me recordó la película
surcoreana a esta película de cine independiente, de bajo presupuesto (costó
unos 50.000 dólares, y se rodó en casa de su director en apenas cinco días),
que logró en su día recaudar los 132.000 dólares de recaudación, por lo que la
jugada a James Ward Byrkit, que es su director, le salió redonda.
“Coherence” trata sobre
universos y realidades alternativas, utilizando el paso de un cometa para crear
en su casi hora y media de metraje, infinitas posibilidades en torno a una casa
donde un grupo de amigos, cuatro parejas, están pasando la noche y lo que se
supone que va a ser una tranquila cena, hasta que la cosa se complica, y junto
a las realidades paralelas, aparece la paranoia, la desconfianza, el miedo y la
fragilidad de una realidad cambiante debido a cualquier acción, palabra o
frase, que se diga esa noche en esa casa, que no es una casa, que son muchas…
Miles.
Este tipo de películas me
gusta, porque nunca sabrás la infinidad de posibilidades que una vida puede
tomar a lo largo de un día, un mes o toda su existencia. En una realidad
paralela, mi canal es sobre deportes o sobre ornitorrincos, vete a saber. Así,
la narrativa juega con todas esas opciones en un metraje que no se me ha hecho
nada largo, aunque en el aspecto técnico el director, el amigo James, las caga
con unos planos muchas veces desenfocados, o con una cámara que se mueve más
que una mosca en un vaso. La iluminación, natural de la casa, tampoco ayuda.
En la narrativa, el paso
del cometa (Miller creo que se llamaba), hace que se vaya la luz, que los
teléfonos no funcionen, y comienzan a aparecer copias de ellos mismos,
ligeramente diferentes, que salen de casas cercanas muy parecidas y que se
mezclan con ellos, tanto es así, que en cada casa idean planes para
contrarrestar a los que ellos consideran copias, creando desconfianzas y tretas
que me han llegado a parecer interesantes (pero absurdas), para intentar
sobrevivir a la situación. En un momento determinado, la protagonista, Emily,
buscará entre varias las alternativas, la que considera mejor, para
parasitarla.
Es decir, para quedarse a
vivir en ella, eliminando físicamente a su copia de esa realidad, ¿O quizás esa
era la original o ella era una copia? Eso nunca lo sabremos porque la verdad es
que el final queda muy abierto.
La película me ha parecido
entretenida, y ejemplo de que con cuatro leuroh se puede hacer algo
interesante. El cometa como excusa para poner a prueba a un grupo de amigo,
que, a ratos resultan no ser tan amigos, que trae sospecha, incluso, llegado el
caso, supervivencia personal por intentar sobrevivir en un escenario totalmente
cambiante cada tres minutos.
Como curiosidades, os puedo
comentar, además de lo que os he comentado anteriormente (rodada en cinco días
en casa del director), que, en realidad, no había un guion que los actores
siguieran, sino que se les fue dando notas sobre lo que se iba a rodar, por lo
que la improvisación estuvo al orden del día, y la reacción de los actores en
algunas escenas fue de completa espontaneidad.
Ganadora de algunos premios
de cine fantástico, “Coherence” es una película que estoy convencido que
gustará al Gato de Schrödinger.
En definitiva: A pesar de
su aparente simpleza, que no lo es, “Coherence” tiene su miga sobre como
percibimos la realidad, como nos percibimos a nosotros mismos y cuáles pueden
ser las consecuencias de nuestras decisiones, que nos lleven por diversos caminos
por la vida.
A mi me es una película que me gustó en su día, que me ha vuelto a gustar, y con la que tenía una cuenta pendiente que dejo como saldada con esta reseña. De nota, le doy un 6,5, y os recomiendo su visionado.







No hay comentarios:
Publicar un comentario