Mis Redes Sociales

Mis Redes Sociales.
Sígueme en YouTube Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en TikTok  Sígueme en Twitter

martes, 14 de enero de 2025

Ad Vitam (2025)

 

        “Ad Vitam” es una película belga de 2025, producida por Netflix y que nos trae una historia bastante trillada ya en el cine, de gobiernos y policías corruptos (o más bien agentes especiales de la policía francesa), traiciones, vista mil veces en el cine estadounidense, pero que también se ha vuelto muy común en el cine europeo, y esta es la muestra.

        Su protagonista es el actor francés Guillaume Canet, (la versión francesa de Pablo Motos, que a mí no me convence nada, que además es el guionista y el productor ejecutivo de la película, y le ha faltado ser técnico de sonido e iluminación), y que hace de duro policía que intenta proteger por todos los medios a su embarazadísima esposa, compañera de profesión.

De secundario de lujo tenemos al actor especializado en artes marciales, Nassim Lyes, que lleva algunos años haciendo películas como churros, ya todo un clásico en el género de acción.


Y en la narrativa:  Una trama sencilla, y por supuesto, un metraje metido con calzador, de una hora y treinta minutos, que, sin exagerar, podría funcionar muchísimo mejor con quince o veinte minutos menos, con menos bla bla, y un poco más de acción y dinamismo…

        “Ad Vitam” falla, en mi opinión, desde el principio, en precisamente eso… El principio. La trama comienza con unos personajes apenas esbozados, apenas pincelados, y el espectador durante los primeros diez o quince minutos puede llegarse a preguntar: “Pero… ¿Qué carajo está pasando? No me estoy enterando de nada”… ¿Y sabéis qué?, que tendrá toda la razón porque el principio de la película es bastante confuso con la pareja conformada por Franck y Leo siendo desvalijados en su piso, atacados, amenazados, y con unos malos que ya desde el primer momento llevan el brazalete de policía en el brazo, se tapan la cara y eliminan a gente random sin tú enterarte bien por qué…


        Después ya viene el consabido recuerdo o flashback de media hora: Franck metiéndose en la policía por su padre fallecido, siguiendo la tradición familiar, conociendo a Leo (la que será la madre de su hijo), a su amigo Ben con el que no pega ni con cola, y mostrándonos toda la camadería y testosterona típica de este tipo de agentes, todos se llevan muy bien, como una gran familia, hasta que Franck mete la pata en el asalto a un hotel y queda fuera del cuerpo, degradado, expulsado y le quitan el carnet de la biblioteca, que es lo que peor lleva, y se va a la calle directamente a buscarse la vida con un nene en proceso…

        Eso es cuarenta-cincuenta minutos de película, y ahora si… Cuando ya llevas una hora de metraje te empieza a cuadrar el principio, aunque de momento a grandes rasgos, y te enteras que la sangre que hay en un parche que perteneció  al padre de Franck, recordemos que el padre murió cuando él tenía ocho años, está relacionado con el asalto al hotel, la gran cagada que llevó a nuestro protagonista a ser denostado, y descubre una trama que involucra al mismísimo gobierno francés con la eliminación de dos tipos de la CIA, con lo que Franck tendrá que enfrentarse a los que antes esas sus colegas de la policía que quieren hacerse con las pruebas, secuestrando a Leo, soltando risas diabólicas y persiguiéndolo por medio París.


        Ante estas circunstancias, a Franck solo le queda recurrir a su amigo Ben, para intentar dilucidar la verdad y rescatar a Leo, ya puestos…

        En Definitiva: Película con escasas, pero buenas escenas de acción, basadas fundamentalmente en dos mil tiros y persecuciones que se concentran fundamentalmente en la última media hora de metraje, y que dejan un final un tanto típico. De nota le doy un 5, y posiblemente la olvidaré en 48 horas.

No hay comentarios: