Los “Kneecap” son un grupo de rap irlandés, que provienen de Irlanda del
Norte, concretamente del oeste de Belfast, y que tienen la característica de
que cantan en irlandés o gaélico irlandés, un idioma en franca minoría frente
al inglés, que es el idioma más hablado comúnmente en Irlanda, y cuando digo
Irlanda, me refiero a toda la isla.
De hecho, el irlandés solo es
hablado por unas 80000 personas, y el uso de la lengua podría decirse que es el
eje principal de la película, a la que se le añaden otros hechos relacionados
con la realidad de Irlanda del Norte, con la sociedad y con la Historia que
comparten irlandeses y británicos, católicos y protestantes, seguidores del
Rangers y del Celtic… Aunque en la película al Celtic no se les nombra, pero a
los del Rangers si en cierta secuencia que tiene algo de esa diferenciación tan
marcada, aun hoy en día, que supongo, aunque yo no conozco bien la realidad
irlandesa, no os voy a mentir, sigue existiendo por aquellos lares.
“Kneecap” es una película biográfica, un biopic romantizado, edulcorado, sobre un grupo que comenzó a sonar, allá por el 2017, y que está integrado por Mo Chara, Móglai Bap y DJ Próvaí, un característico DJ, mayor que los otros dos componentes y que luce un pasamontañas con los colores de la bandera de Irlanda en sus conciertos…
“Kneecap”, que podríamos traducir
como “Tiro a la rodilla”, que era el castigo que daban los republicanos
irlandeses a los que traficaban con drogas en los años chungos, venían de hacer
el videoclip “Guilty Conscience” con el director de origen irlandés, Rich
Peppiatt, en 2021, y debieron tener buena sintonía porque entre los cuatro se
pusieron con lápiz y papel y sacaron el guion de la película que lleva el
nombre del grupo. Rich Peppiatt, que hace de todo, ejercería como director,
guionista y chico de los recados tardaría casi tres años en levantar la
película que lleva casi 5 millones de dólares recaudados en todo el mundo, y
que, por petición explícita de los raperos, no será exhibida en Israel, ya que
ellos apoyan abiertamente la causa palestina y colaboran habitualmente con
ella.
“Kneecap” mezcla hechos reales o elementos que ocurrieron, pero no necesariamente a los integrantes del grupo (como cierta escena en una comisaría donde el detenido solo hablaba en irlandés y simulaba no entender el inglés… Ocurrió, pero no a nuestros jóvenes protagonistas), con elementos puramente de ficción, que la convierten en una película no fiel al 100% de la historia del grupo, pero si una cinta desenfadada, divertida, entretenida, que apuesta por la preservación del patrimonio cultural irlandés…
Con un toque del cine de Guy Ritchie, un toque del Eminen
de hace veinte o veinticinco años, y un toque de cine británico de barrio bajo,
en cualquiera de sus facetas (me da igual, aquí podéis meter lo primero que se
os ocurra y que se os venga a la cabeza y acertaréis), destacando en su hora y
cuarenta y cinco minutos de metraje las principales canciones del grupo, y
protagonizando la historia ellos mismos, haciendo los “Kneecap” de ellos mismos
en la película en una historia donde Mo Chara y Móglai Bap son dos pequeños
camellos de barrio, antiguos alumnos de un profesor de irlandés y de música, JJ
Ó Dochartaigh, cuyo alter ego es el de DJ Próvai, un DJ de rap y Hip Hop que
tiene un pequeño estudio en un pequeño garaje reconvertido en su refugio musical,
y de otras cosas…
Pronto, los tres, unidos por la música y por el uso del irlandés como lengua vehicular, harán rimas políticas, sobre drogas, sociedad, terrorismo, la propia Irlanda y todo lo que les rodea, levantando las iras tanto de grupos republicanos irlandeses como de los británicos, y perseguidos e incomprendidos por todos, pero con la música y las drogas como bandera, se irán haciendo un hueco en el panorama musical irlandés, y después internacionalmente.
Como subtrama, bastante pegada
y forzada en mi opinión, tenemos la participación de Michael Fassbender, que
tiene en total una presencia de unos seis o siete minutos en toda la película,
y que hace del aguerrido y patriótico padre de uno de ellos, guerrillero y
luchador por la libertad de Irlanda, que abandona el hogar para cometer actos
terroristas y desaparecer del seno familiar durante años, teniendo sus minutos
de gloria en diez últimos minutos de la película. Creo que el personaje, y su
trama, sobran totalmente y no viene mucho a cuento.
La película tiene muy buenos
momentos de humor, yo me he reído mucho con DJ Próvai el profesor de música que
acaba enganchado absolutamente a todo lo que se mueve, algo de sexo (mezclado
con política, que me ha dado algo de vergüenza ajena) y drogas, muchas drogas,
mezcladas y sin mezclar, que dan lugar a situaciones surrealistas.
En definitiva: A mi me ha gustado, lo he pasado muy bien y me he soltado alguna carcajada. De nota le voy a dar un 6,5. Está muy bien eso de preservar y salvar una lengua, a través de la música y hacérselo llegar a la gente joven. Buenos efectos, música pegadiza, buenas interpretaciones para no ser actores y en el lado negativo: Un Michael Fassbender alucinado que me hubiera reído si la película fuera del 99, y la mezcla a ratos de demasiadas cosas a la vez…
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