A “Number,
Number: El Oro de Johannesburgo” (Netflix, 2023) he llegado, por curiosidad,
tengo que reconocerlo, porque al verla en la plataforma Netflix marcada como
película sudafricana, me he dicho: ¡Qué carajo!, vamos a verla…
Y bueno…
Estamos ante una película simpática, inocente hasta llegado el caso, que bebe
muchísimo de “Dos Policías Rebeldes”, de toda la filmografía de Guy Ritchie,
Miami Vice y mil referencias más del género… Con una hora y cincuenta minutos
de metraje (le sobra media hora), previsible, con una música sudafricana que en
su casa la conocerán y con malos efectos especiales… Pero, como señalo arriba…
Simpática llegado el caso.
En la
narrativa tenemos dos policías que se han criado juntos en un orfanato que no
pasa por sus mejores momentos. Uno es tranquilito y nunca ha dado un tiro al
aire, Shoes. El otro, Chilli, se mete en todos los fregaoh.
En un
principio van detrás de un mafioso, El Rey de las Hienas, pero pronto se ven
envueltos en una misión donde tienen que ir detrás de una banda de Robins Hood,
que se dedican a falsificar monedas de oro (que en realidad son de curso legal),
y meterlas en el sistema a través de gente necesitada. Pronto, con el rey de
las Hienas como un efímero aliado, traman un plan para robarle al Dictador de
Lesotho el oro que trae al país, con una policía corrupta hasta las cejas
metida también en la ecuación y con el dilema moral de hacer el bien o unirse a
los Robins Hood en su particular lucha a favor de los desfavorecidos…
Echadle
un vistazo. Para mí, con media hora menos hubiera funcionado mejor. El final
deja abierta la posibilidad a una segunda entrega.
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