Atención. La siguiente reseña contiene spoilers y revelaciones
sobre ese tostonazo de película llamada “Morbius”. Estás avisado/a. Lee bajo tu
estricta responsabilidad.
Vi
“Morbius” (2022) cuando salió hace unos meses. La verdad sea dicha: Me pareció tan
terriblemente mala, que ni me molesté en dedicarle ni medio folio. Ahora, la he
vuelto a ver, y me reafirmo en mi reflexión inicial de cuando la vi en el cine:
es terriblemente mala. Quizás, de lo peor que ha parido Marvel en bastante
tiempo, con una historia aburrida y una mezcla de elementos del cine de
vampiros que no es nada original, y que, por supuesto, poco tiene que ver con
los cómics. No es el Morbius de los cómics clásicos de Drácula, ni el que se
cruza de vez en cuando con Spiderman.
En
la narrativa, tenemos a nuestro amigo Morbius, que es un tipo que rechaza el
Premio Nobel de martes a jueves, festivos incluidos, y que está investigando
enfermedades sanguíneas, como la que él mismo sufre, junto a un colega del alma
que conoce desde pequeñito (Milo, que es su benefactor y el malvado villano),
cuando en su Grecia natal (donde hablaban y se escribían en inglés) se criaron
en un Hospital.
De
tanto experimentar, y de tanto hacer ecuaciones de segundo grado con un nivel
ESO, logra no solo una cura, sino hacerse un verdadero Batman (lo cual es paradójico,
cuando en otro universo es un payaso que odia a los hombres-murciélagos).
Con
sus nuevos poderes (que son temporales), que consigue de la ingesta de RH
negativo (sangre artificial que dura seis horas), se libra de paso de contraer
el covid y se tira horas y horas encerrado en una pecera rodeado de ratas
voladoras, en sus ratos libres y de café.
Pronto,
para nuestro amigo Morbius, sus adquiridos poderes se convierten en una pesada
carga, pero eso no impide que lo pillen fácilmente y lo metan en chirona
(brevemente, claro). Su colega, por otro lado, toma el lado oscuro y cree que
este es el invento del siglo (suelta discursitos, se carga a gente). Lo típico,
vamos. Vampiro muy güenoh, vampiro malísimo. Y ya tenemos la pelea montada.
Milo
cada vez más malvado, comienza a hacer de las suyas por la ciudad. Y Morbius,
que es un buenazo, intenta pararlo, y de paso limpiar su buen nombre… La pelea:
Yo te doy, recibo, colmillos, gases de colores en el aire, toma otra hostia…
La
película es muy tópica y típica. Puedes ir adivinando todo lo que va a venir
después de cada escena, y seguro que aciertas. Para mí, lo único interesante
son las escenas post-créditos, que enlazan con el personaje del Buitre y con el
Spiderverso directamente…
¿La veré una tercera vez? Ni borracho.
1 comentario:
veo que tienes problemas de insomnio ... no se explica cómo te vez semejantes basuras, te recomiendo tomar agua de lechuga o cilantro y de paso te ahorras unos billetes en la suscripción de netflix
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