“Palabras
que burbujean como un refresco” (Netflix, 2021) es una historia que, a pesar de
no resultarme nueva, me ha tenido bastante entretenido.
Cherry
“Sakura” es un chaval introvertido, amante de los haikus, apenas habla con
nadie y lleva unos cascos para evadirse aún más del mundo. Parco en palabras,
se junta con un grupo de octogenarios con los que comparte su tiempo y
dedicación, aparte del amor por los haikus.
Un
encontronazo en un centro comercial con una joven influencer de las redes
sociales, a la cual no le gustan sus dientes y siempre lleva mascarillas, les
lleva a una amistad y a la búsqueda de un… Disco de vinilo.
Con
mucho colorido, casi de un gusto fauvista, es un anime que toca muchos palos,
desde la soledad hasta la poesía, pasando por el amor y la amistad. Como digo,
no sé por qué, no me ha parecido original, porque juraría que ya he visto cosas
parecidas, pero ello no significa que no sea un anime curioso, que funcionaría,
perfectamente, con media hora menos de metraje.
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