Una de las cosas que más me ha llamado la atención del decimoséptimo tomo de “One Punch-Man” (Ivrea, 2019) de One (guion) y Yusuke Murata (dibujo), titulado “¿Es porque soy calvorota con capa?”, es que por primera vez en la colección, creo recordar, la portada del cómic no tiene absolutamente nada que ver con el interior del mismo.
Nos encontramos con Lobo, que es llevado en volandas al cuartel de la Asociación de Monstruos, antes de que Bang (Silver Fang) y Bomb acaben con él. Para cubrir su huida, llega el monstruo de Nivel Dragón, Patriarca Ciempiés, contra el que no pueden hacer nada los dos viejos héroes, ni tampoco Genos, a pesar de sus esfuerzos. Tendrá que llegar Saitama, en compañía de King, para acabar con la amenaza. Una vez recuperado, Lobo
podrá presenciar cómo se las gastan los monstruos, que han eliminado a un grupo
de mercenarios contratados por el magnate Consentidorro.
La acción continua, y afortunadamente, el nivel de la colección se sigue manteniendo en este volumen. Como siempre digo, es de lo más recomendable.
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