“Retreat” (2011) es una
película británica, que, para estos meses de pandemia global, pues como que nos
viene muy bien. Tenemos a una pareja, Kate y Murphy, que están pasando una mala
época en su relación. Por ello, deciden volver a una isla remota británica,
donde un día estuvieron, para intentar reencontrarse como pareja en dicho lugar
perdido de la mano de Atenea.
Un señor mayor, dueño de la
isla, los lleva allí, donde tienen una casita con una radio para comunicarse, y
lo suficiente para pasar unos días. En un principio la comunicación es fluida,
pero pronto se corta. A la par, descubren a un soldado moribundo (Jack) en las
cercanías de la casa, y al recogerlo, les comenta que una pandemia mundial está
acabando con la población, y que él ha acabado allí prácticamente huyendo de la
quema.
El soldado resulta ser
bastante borde, poco creíble, y un tipo al que normalmente no tendrías como
amigo. Se vuelve dictatorial, mientras atemoriza a la pareja…
La película no está maleja, con
bastantes dosis de tensión, y tiene un final bastante interesante (en mi
opinión), pero resulta a ratos teatral, no en vano, está realizada solo por
tres actores (cuatro si contamos los dos minutos y medio en la que sale el
dueño de la isla). Esta es una de esas películas, que, quizás, con media hora
menos, les habría salido redonda.
P.D: Ideal para los tiempos históricos que llevamos vividos, y los que nos quedan por vivir.
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