Hoy en día es muy
difícil ver una buena película de cine bélico, y por ello quizás, no sea un
género que se prodigue mucho en el blog. Por eso, cuando he visto “The Outpost”
(2020), me he quedado bastante helado por un par de motivos.
El primero de ellos, es
que la película está basada en un hecho real, concretamente en “La batalla de
Kamesh” que se desarrolló dentro de la Guerra de
Afganistán. Un grupo de entre 300-400 insurgentes talibanes atacó un puesto
avanzado estadounidense, colocado en mitad de un pequeño valle rodeado de
montañas. El puesto estaba defendido por un grupo de 53 soldados
estadounidenses y un puñado de soldados afganos de apoyo, que hacían
equilibrios sociales para llevarse bien con una población civil que era
claramente pro-talibán.
El segundo de ellos, es
que uno de los protagonistas de aquella batalla, hace de él mismo durante la
película, y han sido parte de los supervivientes los que han ayudado a explicar
de primera mano lo que fue aquel infierno del puesto de Keating.
Con una duración de dos
horas, la primera se basa más en explicarnos quienes eran los soldados ubicados
en dicha base. Para ello, en la película salen subtítulos con el nombre y rango
de ellos, aparte de que se va dividiendo en capítulos con el nombre de un
oficial de la base. Durante esta primera hora, las escenas nocturnas son
bastante abundantes y hay momentos en que no te enteras bien de la acción.
Pero, el punto de inflexión, lo causa el amanecer del día de la batalla en sí.
La narración se vuelve trepidante, veloz, brutal, y hay miles de disparos y
explosiones realizados por un enemigo que les acosa desde las alturas, desde
una posición ventajosa, y que es casi invisible. La locura se desata en esta
segunda parte.
Lo que no hay que
perderse son los créditos finales. El primer lugar, aparece el actor y el
personaje real. Y posteriormente, después de unos minutos, aparecen los propios
soldados contando sus experiencias. Basada en un libro titulado “Pelotón Rojo”
(Jack Tapper), desde luego, como os decía al principio, merece la pena.
3 comentarios:
La vi anoche y me ha dejado un poco frío. Esperaba más. Es realista, dura y está bien hecha, pero la primera mitad de la película se hace repetitiva y pesada. Es una repetición un poco cansina de ataques esporádicos, presentación del nuevo mando de turno y negociación con los líderes locales que llega a ser aburrida.
¿Viste las escenas postcréditos?
Sí
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