“Pirañas: Los niños de la
camorra” (2019) es una película italiana que gira en torno a un grupo de ocho
chicos del barrio napolitano de Sanità. Se han criado desde pequeñitos, se
conocen bien, y conocen las historias del barrio, de familias y mafiosos que
hoy están arriba, y mañana están criando malvas.
Nicola, que tiene quince
años y cuya máxima posesión es su moto (es increíble la presencia de las motos
entre la juventud italiana, por aquí no veo muchas), vive con su madre que es
lavandera y su hermano pequeño. Pagan impuestos mensuales a la mafia del
barrio. Un día, él y sus amigos, que quieren ganar dinero, para comprarse
deportivas y ropa, deciden ingresar como aprendices de camello, en el lucrativo
negocio de la venta de droga. Pronto, los chicos van haciéndose con poder, y
dan un golpe de estado en el barrio el día que sus superiores son encarcelados.
Una vez armados, los dos o
tres esbirros que quedan no pueden hacer frente a Nicola, que se erige como
nuevo amo del barrio, en pura tensión con otros grupos, mafiosos y pequeñas
rencillas entre ellos.
La cinta recuerda mucho a “Ciudad
de Dios” (2003), que para mí es mítica, con la diferencia, que, en aquella, Zé
Pequenho estaba bien loco, y la media de supervivencia en las favelas
brasileñas era de dos minutos. Aquí se ve la evolución de los simples chicos, a
mafiosos, y el grado de violencia no es tanto como en “Ciudad de Dios”,
ciertamente (y quizás, afortunadamente). Es otro tipo de mafia, aunque
igualmente peligrosa, que corrompe, a través del dinero fácil. La verdad es que
me ha gustado, y me ha parecido interesante. Os la recomiendo.
1 comentario:
En Italia, sobre todo de Roma para abajo, hay motos por tooodas partes. Da ighal la edad. Menuda plaga.
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