Bueeeeeeeeno, con “Tooth
Fairy” (2019) estamos ante una de las peores películas de serie Z de la
historia. Una de esas que hacen unos colegas aburridos en un fin de semana, con
doscientos leuros de presupuesto.
“El hada de los dientes”
es una bruja que castiga a una familia porque la bisabuela no cumplió un trato
que tenía con el hada (entregarle la cabeza de su primogénito a cambio de las
tierras y la granja, y dos vacas lecheras). Se presenta en 1983 y mata a unos
pocos (de la manera más cutre que te puedas imaginar: Espera, no me mates, que
le tengo que decir unas cosas a estos nenes, y ahora sigues matándome,
jajajaja). Después, en la actualidad, Carla se hace cargo de su sobrino Corey,
tras la muerte de su hermana. Se presenta en la granja donde todo ocurrió, para
ver a su madre y de paso montar alguna bronca familiar.
Una vez allí, con la
familia reunida, el hada de los dientes (que es un disfraz cutre, que los hay a
pares en el Carnaval de Badajoz) despierta y empieza a cargarse al personal de
las maneras más irrisorias posibles.
Y la película se vuelve
más delirante a cada minuto, con combate de pistolas de agua incluido, tanto
que, sueltas carcajadas ante una comedia que se supone que es una película de
terror. En fin, seguro que en unos años se convierte en un clásico, pero de
momento, es una pérdida de tiempo importante.
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