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miércoles, 29 de abril de 2020

Drácula (2020)


 

        Madre mía… Cómo me he quedado después de ver “Drácula” (2020), miniserie británica, emitida por Netflix, de tres episodios. Qué cosas más raras se fuma el personal. Hago, algún pequeño spoiler...

        La serie consta de tres episodios. El primero comienza como el clásico de Bram Stoker, pero a los diez o quince minutos, ya te das cuenta que la cosa no va bien… No como en el libro. En realidad, te das cuenta al principio, pero esperas que solo sea un cambio de enforque. Con un Drácula que convierte en zombie a John Parker, el abogado, y con una Mina desplazada a un convento húngaro, donde está Van Helsing, que es una monja loca y pedante. Convento que asedia el propio Drácula, y que entra invitado por el zombie de Parker, mientras las monjas (se ve que son protestantes, porque ni santiguar saben) caen como moscas ante el ímpetu de un Drácula escapado de un anuncio de Baron Dandy (le falta el Sol y Sombra en la mano, pero no bebe… Vino)

        El segundo es como un episodio de “Se ha escrito un crimen”, pero sin Angela Lansbury, a bordo del famoso “Démeter”, barco que en el libro, Drácula convierte en fantasmal de la matanza que perpetra a bordo, con sus ataúdes de madera y su paso por el estrecho de Gibraltar… Bueno, pues aquí, Drácula juega al “Cluedo”, como digo, con el pasaje, mientras los devora uno a uno, y la monja de Van Helsing va librándose del colmillo con su pedantería de niña lista de la clase… Lo más guay es que Drácula pasa 123 años en el mar…

         Y aparece en el tercer y último capítulo, en pleno S.XXI, que ya es el delirio en lata. Con una tataranieta de Van Helsing, policía, tratando con Drácula como si fuese un tipo más de los que se enfrenta a pesar de saber quién es. Y con un Drácula que tiene Skype, internet, abogado y hasta Facebook, mientras sigue a lo suyo, que es cargarse al personal sin que nadie le tosa, con actores que ya han salido, pero que hacen nuevos papeles (absurdo) y un puñado de subtramas que no vienen a cuento. Es tan surrealista, que a veces me reía a carcajadas.

         ¿Esto es Drácula? No. Tanto el primero como el segundo episodio tienen un pase, el primero mejor por su toque de humor, pero el tercero hunde la miniserie en un verdadero sinsentido, en lo más bajo, en mi opinión. La dejo a vuestra elección.

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