Madre mía… Cómo me he
quedado después de ver “Drácula” (2020), miniserie británica, emitida por
Netflix, de tres episodios. Qué cosas más raras se fuma el personal. Hago, algún pequeño spoiler...
La serie consta de tres
episodios. El primero comienza como el clásico de Bram Stoker, pero a los diez
o quince minutos, ya te das cuenta que la cosa no va bien… No como en el libro.
En realidad, te das cuenta al principio, pero esperas que solo sea un cambio de
enforque. Con un Drácula que convierte en zombie a John Parker, el abogado, y
con una Mina desplazada a un convento húngaro, donde está Van Helsing, que es
una monja loca y pedante. Convento que asedia el propio Drácula, y que entra
invitado por el zombie de Parker, mientras las monjas (se ve que son
protestantes, porque ni santiguar saben) caen como moscas ante el ímpetu de un
Drácula escapado de un anuncio de Baron Dandy (le falta el Sol y Sombra en la
mano, pero no bebe… Vino)
El segundo es como un
episodio de “Se ha escrito un crimen”, pero sin Angela Lansbury, a bordo del
famoso “Démeter”, barco que en el libro, Drácula convierte en fantasmal de la
matanza que perpetra a bordo, con sus ataúdes de madera y su paso por el
estrecho de Gibraltar… Bueno, pues aquí, Drácula juega al “Cluedo”, como digo,
con el pasaje, mientras los devora uno a uno, y la monja de Van Helsing va
librándose del colmillo con su pedantería de niña lista de la clase… Lo más
guay es que Drácula pasa 123 años en el mar…
Y aparece en el tercer y
último capítulo, en pleno S.XXI, que ya es el delirio en lata. Con una
tataranieta de Van Helsing, policía, tratando con Drácula como si fuese un tipo
más de los que se enfrenta a pesar de saber quién es. Y con un Drácula que tiene
Skype, internet, abogado y hasta Facebook, mientras sigue a lo suyo, que es
cargarse al personal sin que nadie le tosa, con actores que ya han salido, pero
que hacen nuevos papeles (absurdo) y un puñado de subtramas que no vienen a
cuento. Es tan surrealista, que a veces me reía a carcajadas.
¿Esto es Drácula? No.
Tanto el primero como el segundo episodio tienen un pase, el primero mejor por
su toque de humor, pero el tercero hunde la miniserie en un verdadero
sinsentido, en lo más bajo, en mi opinión. La dejo a vuestra elección.
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