Emad y Rana son un joven
matrimonio iraní que debe abandonar su piso de madrugada en Teherán, ante el
peligro inminente de derrumbe. Él es profesor en un colegio, y actor, que
ensaya “Muerte de un viajante” de Arthur Miller junto a su mujer, Rana.
Una vez mudados en un
nuevo apartamento, Rana sufre un ataque y una agresión sexual en el nuevo piso,
y descubren que era un lugar donde una mujer, que vivía con su hijo pequeño,
ejercía la prostitución (o algo parecido) en un país como Irán…
Pronto afloran los
sentimientos de culpa, venganza y comederos de tarro respecto a la situación
creada, y no es de extrañar viviendo en un país como el iraní, con el susodicho
régimen teocrático. Los dos se sienten culpables de algo, que, por desgracia,
ha venido de esa manera y no saben bien cómo afrontarlo. Y no empiezan a resarcirse
hasta que la venganza no les llega… Y el honor, con ella.
Película a la que le
sobran treinta minutos de metraje (dura dos horas), que en 2017 se llevó el Óscar a Mejor
Película de habla no inglesa y una docena de premios más, pero que, quizás,
está un tanto sobrevalorada. La dejo a vuestra elección.
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