El cómic histórico suele
ser mi pasión, mi auténtica perdición, y con “Angola Janga” (FlowPress, 2018)
de Marcelo D´Salete, me ha ocurrido algo, que, normalmente, no me ocurre con
otros cómics o novelas gráficas que compro… De la historia que cuenta, no tenía
ni la más remota idea.
Siempre que me hago de
un cómic es porque he leído, o he oído alguna referencia sobre el mismo, y la
historia que narra más o menos me suena. Pero, en este caso, yo desconocía
totalmente que en el Brasil de finales del S.XVI, un grupo de esclavos huidos
fundaran en la selva brasileña, un reino o un gobierno pseudo-independiente,
Angola Janga (Pequeña Angola, o Mi Angola), que duraría, aproximadamente, hasta
el primer cuarto, aproximadamente, del S.XVIII.
Los portugueses, desde
su llegada a América, se establecen en múltiples colonias para explotar
recursos, algunos de estos “ingenios” o explotaciones azucareras, necesitan
miles de esclavos para sobrevivir. Y estos esclavos son capturados, por
millones, durante casi trescientos años, de Angola.
Una vez en América,
muchos de ellos sufren los abusos de los portugueses, el maltrato, los castigos
y la muerte temprana. Y son muchos los que huyen, fundando el Reino o Gobierno
de Palmares, aprovechando, durante varios años, la debilidad de la monarquía
portuguesa que debe hacer frente a la invasión holandesa de sus territorios.
Aquellos esclavos, que
no olvidan sus costumbres y sus dioses, deberán sobrevivir a los continuos
ataques organizados por los colonos, con los terribles y sádicos “bandeirantes”
al frente, auténticos soldados de élite, despiadados, cuyo objetivo es volver a
capturar a los esclavos o matarlos, en cruentas guerras en los que los esclavos
se hayan en desigualdad en cuanto a su capacidad de ataque y defensa.
Dibujado y guionizado
por el brasileño Marcelo D´Salete, el cómic cosecha una docena de premios
nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Eisner 2018, y no es de
extrañar. Realizado en blanco y negro, y con un sublime uso del silencio en
muchas de sus viñetas, sus cuatrocientas páginas se complementan con un amplio
glosario de palabras al final, con mapas de las poblaciones sublevadas, rutas
de esclavos y una bibliografía.
Es un cómic fantástico,
revelador para mí, ya que, como os comentaba al principio, desconocía,
totalmente, esta historia. Muy recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario