Llevaba dos años largos
para leerme este cómic, la tercera parte de los que van a ser cinco, de una
obra que es una delicia, “El árabe del futuro 3: Una juventud en Oriente Medio
(1985-1987)” (Salamandra, 2017), una saga que cuenta la niñez del dibujante y
guionista sirio-francés Riad Sattouf, y las peripecias que vivió en su
infancia, con un padre musulmán que iba de liberal, pero que se le veía el
ramalazo islámico de vez en cuando, y una madre francesa, bastante ciega, que
le seguía embarazo tras embarazo, creyendo sus fantasías, mentiras e ilusiones.
En esta parte, la familia
de Riad sigue en Siria. Su padre busca trepar socialmente, de alguna manera, en
la dictadura de Háfez Al-Ásad (1930-2000), dando clases en la Universidad de
Damasco, y aprobando en los exámenes al que le viene en gana. Su madre,
amargada, resiste estoicamente las vicisitudes de vivir en un país tercermundista
desde el punto de vista de una europea con estudios universitarios, y está
embarazada, por tercera vez. Sueña con volver a Francia y que su marido encontrara
un trabajo allí, no en vano, es doctorado por una universidad francesa.
Y Riad, sigue viviendo,
extrañado, las contradicciones de una sociedad anclada en muchos aspectos en el
medievo, con un maestro que les pega, con una escuela en ruinas que se cae a
trozos, y con unos primos obsesionados con los judíos, la circuncisión y Arabia
Saudí.
Con este volumen te ríes,
por no llorar. Es un tomo, junto a los otros dos, “El
árabe del futuro 1” (Premio Angulema 2015) y “El
árabe del futuro 2”, de lo más revelador. La cuarta parte fue publicada en
2018 en Francia, pero aún carecemos de traducción y publicación en castellano,
y para antes de que finalice el presente año, se supone que saldrá en Francia
el último volumen, que cierra la extraña, pero a la par divertida, infancia de
Riad Sattouf. Su lectura, la de los tres tomos, es de lo más recomendable.
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