En “Sara Lone 4.
Arlington Day” (Norma, 2019) de Erik Arnoux y David Morancho, nos despedimos,
por todo lo alto, de un personaje, que, a lo largo de cuatro números, ha hecho
las delicias de este modesto lector. A través de los finales años cincuenta,
principios de los sesenta, mostrando los tejemanejes del Ku Klux Klan, los
servicios secretos americanos, las desigualdades sociales, y con una Sara Lone
que evoluciona de simple bailarina, a empresaria pesquera, y, posteriormente, a
francotiradora de élite.
En este último número
Sara debe evitar el asesinato de JFK. Misión que no logra completar al ser
atacada en el momento en que ella y su rifle de precisión iban a evitarlo. Sara
descubre, por unas cartas de su madre, que Santa, en realidad, no era su padre,
y llega a sospechar que su reclutador, Rip Vandoorne, lo sea.
El final, abierto, deja
una esperanza de que Sara vuelva algún día. El dossier final vuelve a ser
esclarecedor. Un cómic, y una historia, trabajada y documentada. Hasta pronto
Sara.
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