He llegado a la
conclusión, definitiva, que Jean-Yves Delitte, autor de la colección “Las
Grandes Batallas Navales”, o debe estar muy mal informado, o tiene una hispanofobia
digna de manual. Delitte es pintor oficial de la marina francesa. En el blog,
ya os hablé en su día de dos títulos anteriores de la colección, de la cual él
es dibujante y guionista, “Trafalgar”,
donde el autor sostiene la extraña teoría de que los españoles pasaban
información al enemigo, que es completamente absurdo, ya que Inglaterra era
nuestra enemiga, y “Jutlandia”, de la que no tengo nada que comentar.
En esta ocasión, me he
leído “Las Grandes Batallas Navales: Chesapeake” (Norma Editorial, 2018), que
es otro homenaje a “mirarse el ombligo” por parte del autor y pintor francés.
Ya que, una vez más, omite el importante papel que jugó España, con Bernardo de
Gálvez a la cabeza, y se atribuye a Francia todo el merito de la ayuda ofrecida
a los colonos americanos en busca de su independencia. Incluso hay algún error
en los soldados de infantería coloniales, que visten el azul celeste en sus
uniformes (que, en realidad, era el francés) en vez del azul oscuro. Chesapeake
significó el fin de la presencia británica en los Estados Unidos. Estamos de
acuerdo. Pero, hasta que no te lees el dossier histórico final, no aparece una
breve mención a los españoles como meros saqueadores de colonias, que
aprovecharon la confusión para quedarse con territorios británicos. Las miras
de Delitte son estrechas, obtusas, o mal informadas.
En breve, me leeré “Lepanto”,
por seguir con la colección, ya tengo que avanzar que tengo miedo a lo que haya
imaginado este señor en el tomo. Pavor, incluso, ya que su capacidad de
inventiva no parece tener límites. Lo mejor de esta colección es, sin duda, el
dibujo. Magistral, bellísimo. Lo peor, como os digo, el sesgo histórico, o la
falta de información veraz. El ombliguismo es muy malo.
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