Quizás
sea un poco exagerado asegurar que es la mejor comedia de todos los tiempos, pero si es
cierto que, posiblemente, sea o fue, en su día, una de las mejores, y que la he
visto cerca de doscientas veces. En los ochenta, primero con mi viejo Beta, y
después en VHS la vi incontables veces, y nunca llegó a aburrirme, todo lo
contrario, la disfruté muchísimo.
(Portada en color, película en Blanco y Negro, no te la pierdas)
“El jovencito Frankenstein” tiene un poco de
todo: Tiene un humor socarrón muy característico, tiene mucha sorna, tiene
guiños impresionantes para aquellos que (igualmente de pequeños) vimos la
clásica película basada en el monstruo, y genialmente interpretada por Boris
Karloff, y tiene la originalidad de unos gags que, en mi opinión, son historia
del cine. Gene Wilder, en su papel de nieto de Frankenstein (llámeme Fronkenstoin)
y Marty Feldman como Igor (Aigor) firman un tándem requetebueno, en el que el
nieto volverá a emular a su abuelo en su obsesión por resucitar a un muerto muy
peculiar, cometiendo los mismo errores que aquel. Creo que es de visionado
obligatorio, y que la risa está asegurada, garantizada, con esta delirante
comedia que, aunque rodada en blanco y negro, es de los años setenta, y por la
que no pasa el tiempo.
(Aiiiigor)
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