“El hijo de Saúl”, película húngara sobre los Sonderkommandos de los
campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial. Pero, antes de
seguir con el tema. ¿Quiénes eran los SonderKommandos?, pues eran aquellos presos
judíos que tenían, como principal misión, quemar los cuerpos de los recién
gaseados (con el tristemente famoso Zyklon B) y limpiar las duchas del horror
para recibir la siguiente hornada. Una infame tarea en un infierno deshumanizado
y brutal.
La película se basa en uno de
estos SondeKommando, cuyo fin (por cierto) solía ser un tiro en la cabeza
garantizado, después de un tiempo realizando tal atroz tarea. Con un buen puñado
de premios a las espaldas en 2015 (Oscar: Mejor película de habla no inglesa, Cannes:
Gran Premio del Jurado, Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa, Premios
David di Donatello: Mejor film de la Unión Europea, Independent Spirit Awards:
Mejor película extranjera… Y alguno más que seguro que me dejo en el tintero),
no es, desde luego, la típica película sobre El Holocausto Judío (El niño del
pijama de rayas, tampoco me lo pareció).
Con mucho primer plano, una atmósfera agobiante, a veces claustrofóbica
por el gran número de cámaras y habitaciones atestadas de personas que se
mueven, que vienen y que van, y con un gran peso basado en las imágenes (más
que en los diálogos), este es un film de los que (en mi opinión, y ya sabéis
que yo no tengo ni pajolera idea de cine) no te deja indiferente. Es emocional,
es brutal, es asistir a un matadero frío e irracional. Mareante por la
oscilación de la cámara, que cualquiera diría que la han llevado todo el tiempo
al hombro. Espiritual, en la búsqueda de una Paz que no llega entre tanto exterminio.
No quiero destripar más de la trama, porque prefiero que la veas, y que la
vayas descubriendo por ti mismo… ¿Recomendable?: Yo diría que sí.
2 comentarios:
La alquilé hace unos días en el Play. A ver si la veo y te cuento.
La vi anoche. Es buena, pero... Es precisamente esa forma de rodarla, esa atmósfera tan realista, agobiante y terrorífica (la primera escena de las duchas y sobre todo la de las fosas son terribles) las que la convierten en una película difícil de ver, porque es bastante mareante y confusa y es fácil perder el hilo. El exceso de personajes tampoco ayuda mucho. No termino de situar al protagonista en su sonderkommando, ni los implicados en los planes para fugarse, etc. Demasiado embarullada.
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