(Portada del cómic)
Que tarde o temprano iba a caer un cómic sobre las Femen,
casi que era de cajón, y ya tenemos aquí uno sobre el tema: “Diario de una
Femen”. El cómic intenta acercarnos, al menos a grandes rasgos, a este grupo
feminista, famoso sobre todo, por enseñar los pechos con mensajes claros y
directos en sus cuerpos, en determinados actos de algunas organizaciones o
personajes políticos (se me viene a la cabeza Putin, casi continuamente). Es un
grupo que apareció en Ucrania en 2008, y desde entonces, han conseguido
ramificarse por gran parte de Europa Occidental, causando mucho revuelo tras
cada una de sus perfomances.
(Viñeta del cómic)
Michel Dufranne firma
el guion de este cómic. Ofrece un prólogo donde casi pide perdón por la
realización del cómic. Me pareció curioso, desde el principio, que al bueno de
Michel le pregunten los amigos si no se acostó con alguna de las Femen durante
las diversas entrevistas concertadas para realizar el guion. O que por que se
interesaba por las Femen y sus reivindicaciones, si eres un hombre. ¿Qué clase
de amigos tienes Michel?
Después, de la mano de Séverine Lefebvre (Dibujo y Color),
nos metemos de lleno en la vida de Apolline (Alias Sophie), que es un compendio
de varias chicas Femen. Apolline no es real, pero los testimonios y vivencias
son las que Michel Dufranne ha ido recogiendo en sus entrevistas, haciendo una
mezcolanza muy curiosa. Apolline es una chica joven, guapa, que vive agobiada
por el brutal e incesante acoso machista, que sufre diariamente, en el trabajo
(por su jefe que es un capullo), por algún compañero, por desconocidos en la
calle o en el Metro… Vamos, que no me la dejan respirar. Y encima tiene que
aguantar algunos comentarios, un tanto conservadores, de Mami y de su hermana
cada vez que coinciden.
Este clima tan agobiante, unido a su interés por las Femen,
la llevará a ingresar en el grupo, donde recibirá un entrenamiento físico y
mental, mitad La Chaqueta Metálica mitad Tortugas Ninja, que ríete tú de La
Cabra de la Legión. Pero eso sí, la violencia está prohibida. Nada de soltar
sopapos. Todo muy clandestino, y en plan “Si no aguantas, te largas”. El caso
es que, todo esto de las Femen, traerá consecuencias a la vida de Apolline. Su
chico la deja, su mejor amiga discute con ella, su madre dejará de hablarle, su
hermana dejará al idiota de su marido (todos los hombres somos idiotas, y todos
pensamos en lo mismo, las veinticuatro horas del día, no tenemos remedio
compañera…) y unas fotos suyas en Topless le traerán algún susto… El final de
la historia, pues no lo he llegado a entender del todo. Pero no voy a decir
nada por si lees el cómic…
El dibujo, no me ha llegado a convencer del todo. Todos los
personajes se parecen, incluso los chicos (hasta todos tienen las mismas
orejas), con influencias del Manga (que ojazos). El personaje del padre podría
pasar por un tipo de treinta años, perfectamente. ¿Lo recomiendo? Sí, pero no.
El cómic es lineal y previsible (salvo el final, que de verdad, no lo acabo de
entender). Te puede llegar a aclarar algunas cosas sobre estas activistas, pero
creo, igualmente, que se podría haber aprovechado mejor la temática. Te deja un
sabor agridulce.
P.D: Una foto es mía, y las otras las he pillado de aquí y
de allí para decorar un poco la entrada. Lo aviso, no vaya a ser que alguno se
rebote…
1 comentario:
Además de genocida y machista a partir de ahora serás un cerdo machista.
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