“El reflejo de Sybil”
(2019) es un drama psicológico, que, a pesar de partir de una interesante
premisa, a mí no me ha llegado a enganchar, no me ha llegado a gustar y he
llegado a bostezar en un par de ocasiones.
Tenemos a Sybil, que es
una psicóloga bien establecida, que, un buen día, decide dejarlo todo para
dedicarse con pasión a lo que siempre ha querido ser: Escritora. Poco a poco va
dejando a sus pacientes, pero hay una, Margot, una arrolladora actriz, que la
llama desesperada, para contarle una historia, la de su vida, y Sybil cae
enredada en los hilos de Margot y su atormentada vida, en la que ella misma se
ve reflejada en insufribles (para el espectador) recuerdos…
La película, lo malo
que tiene, además de sobrarle la consabida media hora larga, es que está realizada
en planos temporales, cortos de tiempo, tipo gags. Esto hace que debas estar
muy pendiente, para no perderte en la vorágine de saltos que da la narrativa,
además que la historia se va complicando, y es más simple que lo que nos
intenta explicar.
P.D: Referir que hay
una escena sexual que dura como una hora y media larga, sin venir demasiado a
cuento.
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