Película alemana rara de
narices, “Luz” (2018), en la que una joven taxista colombiana es víctima de una
posesión demoníaca y llega a una comisaria alemana diciendo gilipolleces, en un mundo donde todo el mundo debe tener 40 de fiebre,
desde el camarero que sale, hasta el último de los secundarios. Nora, una chica
poseída, cuenta su historia a un psiquiatra que se ha encontrado en un bareto estrambótico
de narices, y este a su vez es poseído…
Con reminiscencias a “El
Resplandor”, y otras películas de los setenta (por la estética) y con una
música parecida a la producida por un fuerte golpe en la cabeza, y con unas
poses de androides, teatrales y con diálogos que más bien son monólogos sin
mucho sentido. Hay muchas referencias al español y al catolicismo, y todo se
cuenta como una historia febril. A mi me ha costado horrores seguirla, y he
dado gracias al Todopoderoso de que solo dure poco más de una hora…
P.D: Llamarla película de
Terror es muy arriesgado, pero la catalogaré ahí.
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