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domingo, 2 de abril de 2017

Ghost in the Shell (2017)


           Me ha vuelto a pasar, una vez más, y supongo que no será la última. He ido a ver “Ghost in the Shell” (2017) con una miedo impresionante, tras leer durante el último mes y medio las criticas cinéfilas, sesudas y filosóficas de tipos de barriga cervecera, ojo más abierto que otro, y mano tocándose la perilla. Me la ponían, realmente, a parir de un burro, ¿Y sabéis qué?, pues que “Ghost in the Shell” no está tan mal, de hecho me atrevería a decir, que no está nada mal (si no eres un tiquismiquis, claro está).


          A ver, vayamos por partes. Las referencias a “Blade Runner” (1982) son constantes, pero la cosa no queda ahí, en ese mítico universo. A ratos te va a recordar a “Matrix”, a “Aeron Flux” (cuyos cómics atesoro con celo), “Oblivion” (2013), la serie “Westworld” o, incluso, rizando el rizo, a toda la serie de películas de Bourne, pero sin Matt Damon, en ese plan en el cual el malo quizás sea el bueno, ¿O era al revés?


          La ciudad futurista, el país… Japón, no hay coches voladores, pero si mucha propaganda y anuncios en 3D. La humanidad, para sobrevivir, evoluciona a base de implantes cibernéticos. Se implantan ojos, brazos, bocas, tetas y penes de más de veinte centímetros, mucho más. Casi todos auténticos ciborgs. Nuestra protagonista es un revolucionario proyecto. Solo tiene de humano el cerebro. Un cerebro que se pregunta cosas, mientras que su cuerpo es una máquina perfecta al servicio de la Ley y el Orden. Pregunta de manual: ¿Algún ciborg cinematográfico que hayáis conocido armado luchando por la misma causa? En la vida rutinaria de nuestra protagonista, matar y matar, aparece un nuevo villano que le va a plantear un problema filosófico: ¿Quién eres?, ¿A qué huelen las nubes?, ¿Por qué TeleCinco sigue siendo la cadena más vista si nadie dice verla? Que ríete tú de “Yo robot” (2004) y de las Leyes Robóticas de Asimov (Yo robot, tu licuadora). Y en busca de esas respuestas, se liará parda…


            Olvídate de grandes dilemas existenciales, olvídate de grandes dosis de gore y ultraviolencia, olvídate de que sea una película original, porque no tiene nada de original, es solo otro enfoque más. Olvídate que le meta una patada al cómic, en toda regla (A los críticos: ¿Dónde aparece Tom Bombadil en el Señor de los Anillos?, Ahhhmmm, espera, que no sale…) Y quédate con los planos, los silencios currados, el cyberpunk descafeinado, con Takeshi Kitano en silla de ruedas prácticamente, y la Binoche en un bolo de verano, la música que no es nada mala, y la siempre requeteguapa Scarlett insinuando formas. ¿Qué más quieres para entretenerte?
(Llevo el 3 para hoy, ooooiga, el 3 para hoy)


1 comentario:

Ragno dijo...

sea lo que sea y aún si no tuviera predecesoras no es siquiera una buena cinta de acción https://wordpress.com/read/feeds/58093488/posts/1401687252