Como muchas veces me dicen que no veo cine español, lo cual es cierto, me
he decantado por una película española de 2022, una producción de terror de
bajo presupuesto con dirección y guion de Alberto Armas, un tipo que empieza, y
que se llama “Slasher”.
“Slasher”, como sabréis, es un
género dentro del cine de terror, donde un tipo enmascarado mata a una pandilla
de chicos, normalmente con un cuchillo, hacha o arma blanca, y aquí la
tradición se cumple. Es una película interpretada por un grupo de actores
completamente desconocidos para mí, donde destacaría por encima de todos, la
actriz que hace de madre del asesino en serie de turno, que lo borda.
Tiene una buena banda sonora,
con alguna canción pegadiza, un buen escenario cordobés (olivares y pantanos,
como en mi Extremadura), y una historia que ya nos han contado los gringos
millones de veces, por lo que vas a ver muchísimas referencias en su hora y
cuarenta minutos de metraje, desde “La Matanza de Texas” hasta toda la saga de “Viernes
13”, por citar algunas, aunque hay muchísimos más guiños… ¿Es buena? Ya os
adelanto que no, pero tiene sus momentos buenos de comedia, más que de terror…
“Slasher” me ha recordado
mucho a un antiguo amigo que tenía en Badajoz hace treinta años, y que cada vez
que podía, te contaba el chiste “Del demonio rojo”, que era un chiste malísimo
que no podría poner en pie ahora mismo, pero que era muy recurrente en
botellones y que espantaba a chicos y chicas por igual.
Aquí tenemos una mezcla de
horror patrio y comedia, a partes iguales, aunque su fuerte quizás resida en el
humor más que nada. Yo de hecho, que me rio casi con cualquier cosa, tengo que
reconocer haber soltado alguna carcajada con alguna escena.
En la narrativa, en el inicio
de la película, que me ha parecido muy cómico y surrealista, nos presenta a un
pequeño Julio, un nene de ocho años que es hijo de un asesino en serie, y que
sabe el rollo que se trae su padre con la máscara y toda la parafernalia de
esta clase de asesinos, y que no solo quiere imitarlo, si no que en sus dibujos
infantiles reproduce lo que ve hacer a su padre, se pone su propia máscara y le
gustaría ser como él.
La
madre, Carmen, que apoya la tradición familiar de asesinar a forasteros, parece
haberse escapado de una película de Almodóvar de hace 40 años, y a mi es la que
más me ha convencido de todo el metraje, es la tendera de un pueblo donde solo
hay un Guardia Civil donde debería haber dos, que también está de ñorda hasta
las cejas.
Diez años después, nuestro asesino en serie ha
desaparecido, pero la leyenda del “Demonio Rojo” atrae a curiosos, fanáticos y
locos que quieren conocer de sus andanzas, y algunos incluso lo adoran.
Así pues, tenemos a un grupo de amigos, en las películas yanquis serían adolescentes, pero aquí son tipos de veintitantos tacos que se organizan para pasar un finde en una casa rural (bueno, no tengo claro cuantos días iban). En la pandilla hay de todo (como no puede ser de otra manera), con unas características muy típicas y tópicas, donde incluso tenemos a un italiano, para dale un toque internacional al asunto, una amante de los móviles sin cobertura, una histérica de cuidado y la pareja principal con movidas entre ellos por la chulería de él.
El grupo llega al pueblo, a la
casa rural, justo cuando Julito cumple la mayoría de edad y recibe por parte de
su madre una máscara con la cual deberá cumplir con la tradición de matar forasteros
de las maneras más originales posibles. Una curiosidad es que realmente
seguiremos los puntos de vista de Julito, que como en los antiguos
libros-juegos, se planteará posibles acciones y escenarios ante de tomar decisiones,
viendo cuales pueden acabar bien para sus objetivos, y cuáles no.
En un principio, parece que la
vaina va bien, pero pronto se enamora de una de las chicas del grupo, y su
deber como asesino en serie que debe seguir la tradición familiar, algo que le
recalca mucho su madre, se ve nublado por el amor que siente por la chica y por
el odio que siente hacia su pareja (la de la chica me refiero), y deberá tomar
ciertas decisiones que quizás no sean la correctas para él…
En definitiva: “Slasher” es mala, pero hay que reconocerle a favor un par de puntos cómicos que me han gustado y que sea una opera prima. Nadie nace sabiendo. De nota le doy un 3 y la dejo a vuestra elección. Por cierto, hay una escena post-créditos que amenaza con secuela.
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