“El Oro Verde” es
una película francesa de 2024, que en España pasó sin pena ni gloria por los
cines, recaudando según mis datos, unos quince mil euros en taquilla, y que
viene de la mano de Edouard Bergeon, que aparte de director, es el guionista,
el productor y sospecho que también el encargado de los cafés y de barrer el
set de rodaje.
“El Oro Verde” es una película que me ha
gustado, en primer lugar, porque está muy relacionado con los Contenidos, que,
como profesor de Geografía e Historia, debo explicar en los 3ºESOs, y aunque no
esté relacionado con el Temario de Geografía de España de 2ºBachillerato,
siempre suelo reservar una clase a hablar de la problemática en torno gira la
película: La producción de aceite de palma en Indonesia y todo lo que conlleva
alrededor, que no es precisamente nada bueno.
Y, en segundo lugar, porque destapa muy
bien todo el tejemaneje que hay montado alrededor del aceite de palma:
Gobiernos corruptos, ONGs corruptas, deforestación y perdida de bosques
milenarios y mucha gente que mira para otro lado mientras se llenan los
bolsillos impunemente…
En la narrativa: Martin Landreau, un
joven estudiante de antropología francés se desplaza hasta la isla de Borneo,
Indonesia, donde haciéndose pasar por colaborador de una ONG, quiere investigar
la deforestación de los bosques primigenios provocada por las malvadas
multinacionales del sector, macroempresas dedicadas a la producción de aceite
de palma, que talan cientos de hectáreas diarias de selva para dejar a pueblos
que llevan miles de años viviendo precisamente de dichos bosques, de dichas
selvas, con una mano delante y otra detrás.
Acaban con sus recursos, y encima los amenazan, los coaccionan a abandonar las tierras que siempre habitaron, y los reemplazan por industrias y trabajadores foráneos que fabrican el aceite de palma, sustancia extraída del mesocarpio de la palma (que es el fruto de la palma africana), que lo mismo sirve para la alimentación, que, para cosméticos, para hacer detergentes o para hacer biocombustibles, como el aceite de colza.
Es el aceite vegetal más consumido de
todo el mundo, pero existen estudios que aseguran que no es saludable, mientras
que otros defienden que consumido moderadamente no representa ningún peligro
para nuestra salud, por lo que a ese aspecto se refiere, te invito a investigar
sobre ello, y que saques tus propias conclusiones al respecto, y que, si puedes
y/o quieres, hagas el favor de compartirlas en los comentarios de esta reseña…
Volviendo a la trama de la película:
Martin pronto contacta con una activista local, Nila, y su primo, que luchan
contra las milicias australianas contratadas por una empresa dedicada a la
producción de aceite de palma para intentar echarlos de unas tierras que les
interesan.
Invitado a la boda del primo, la misma
noche se produce un ataque a la aldea que deja el poblado destruido y muertos.
Martín tiene tiempo a grabarlo todo y huir hasta la ONG que lo acogía. Allí
manda copias de lo grabado por “We Transfer” y le deja la tarjeta de memoria a
Paul, el encargado en la zona de la ONG que lo acogió y que posteriormente
vamos a descubrir, que, en realidad, es un esbirro de las empresas de la zona.
Martín intenta huir del país, pero al
embarcar es detenido. Alguien le ha metido en la mochila suficiente cocaína como
para dormir a toda la dehesa extremeña, por lo que, acusado de tráfico de
drogas, es encarcelado.
Nila ha desaparecido tras el ataque. Paul ha destruido las pruebas que podrían salvarle y que demostrarían su inocencia, y entonces entra en juego su madre, Carole, una profesora de secundaria parisina, convirtiéndose la película en todo un alegato de “Madre Coraje” contra el sistema, donde durante poco más de una hora de metraje, hará todo lo posible por salvar a su hijo del corredor de la muerte, luchando contra embajadores metidos hasta las cejas de ñorda, funcionarios, ministros, empleados traidores de las ONGs y un juicio sin garantías, con testigos falsos y una ley estricta en cuanto al tráfico de drogas.
Mientras, Martín que pasa a un segundo
plano en gran parte del metraje, vive las vicisitudes de estar en una cárcel
indonesia, donde los extranjeros son muchas veces maltratados y vejados, y
donde se echa un colega con el que compartirán algunas alegrías y muchas penas
hasta el final.
En definitiva: Como profesor, “El Oro
Verde” es la típica película de cine medioambiental, social, que no me
importaría compartir con mis alumnos, que da mucho juego a la reflexión y al
debate, pero que sé que llegaría a aburrirles más allá de los primeros y
últimos veinte minutos, y es que llega un momento en que la lucha de Carole,
nuestra Madre Coraje, se te puede hacer cuesta arriba, aunque no deje de ser
interesante, ojo.
Un drama en toda regla para ver los
tentáculos que tiene la corrupción política, los lazos económicos entre países
(no siempre muy limpios y claros).
Las actuaciones están muy bien. En lo
técnico, todo correcto, así como en ambientación y puesta en escena, y el
final, aunque precipitado, previsible y feliz, huyendo quizás, de una realidad
que es o hubiera sido más oscura.
Nota: Un 5,5. Si la veis, por favor, no dejéis de comentarme vuestras opiniones y reflexiones sobre la misma.
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