Después de un año de bombo y platillo, en el que han creado muchas
expectativas alrededor de la nueva entrega de la franquicia “Karate Kid”, y
tras haber visto todas las temporadas de “Cobra Kai” que dejó el listón muy
alto, he tenido la oportunidad, por fin, de ver “Karate Kid: Leyendas” en este agosto
de 2025 en España, en Estados Unidos se estrenó el 30 de mayo… ¿Y sabéis qué?
Pues que me ha defraudado
bastante-mucho, ya que lo que he visto, repite esquemas ya vistos, tramas y
narrativas más que repasadas hasta la saciedad, y la presencia de un Daniel
LaRusso metida con calzador, poco creíble, en una producción donde los buenos
son muy buenos, los malos son malvadísimos, y que ya desde los primeros
compases de la película ya sabes cuál va a ser su desarrollo, nudo y desenlace
y puedes apostar todo lo que tengas en el bolsillo a que no te equivocas.
“Karate Kid: Leyendas”
cierra mal un ciclo, que, a fecha de hoy, no sé si será el final de la
franquicia o un punto y aparte, y es verdad que cuando os hablo la recaudación
mundial supera los 106 millones de dólares, siendo su presupuesto de 45, pero
creo que han dado en hueso.
La saga “Karate Kid” tenía
una duda con Jackie Chan, había que meterlo de alguna manera, aunque fuese con
calzador, ya que no se logró con Jennifer Garner ni con agua caliente, y el
propio Chan quería una nueva vuelta de rosca sin contar con Jaden Smith, según
sus propias declaraciones, que ya no le entra por el ojo desde hace unos años,
por actitudes y declaraciones realizadas por el hijo de Will Smith en el
pasado.
“Karate Kid: Leyendas” es
el intento o el producto de unir, en la película más o menos lo explican, (dos
ramas para un mismo tronco, refiriéndose al Karate y al Kung Fu, pero también a
las películas), al sensei Han, el personaje de Jackie Chan en el universo
ficticio, de manera oficial, de la franquicia. El nexo, aparte del Sr. Miyagi,
por supuesto está en un Daniel LaRusso que meten en la historia con calzador,
que es algo que creo que ya he dicho, pero que es así, de una manera muy poco
creíble, y repitiendo las mismas estructuras para sorpresa de tipos como yo,
pobre boomer ingenuo, que pensaba que se iban a salir un poco del guion y hacer
algo diferente… Pero no, me equivoqué radicalmente.
La película fue anunciada
en septiembre de 2022, se rodó en Montreal entre abril y junio de 2024, y
después del estreno ya sabía más o menos de qué iba el percal, pero no quería
saber mucho hasta su estreno en España. Esta es la sexta entrega
cinematográfica oficial de la saga, y como os decía anteriormente, llega
después de haber disfrutado de una serie como “Cobra Kai” que entre 2018 y 2025
ha dejado el listón muy alto.
En la narrativa nos vamos a
China, donde Li Fong (interpretado por el actor de 25 tacos, Ben Wang, que es,
por cierto, experto en artes marciales) destaca en la academia de Kung Fu del
sensei Han en Pekín. Tras el paso al otro barrio de su hermano en un ataque
callejero, su madre y él emigran a Nueva York. Allí es acosado desde el primer
día por el matón de turno, repitiendo el esquema de las películas anteriores,
por el Campeón local Conor Day, que es el exnovio de Mia, la chica de la
pizzería de la esquina que Li Fong conoce prácticamente el primer día.
El padre de Mia intenta
pagar una deuda retomando el boxeo que dejó cuarenta años atrás, y supervisado
por Li Fong, pero la experiencia no sale bien.
De hecho, Victor Lipani,
que es su nombre, es acosado y apalizado por los prestamistas, pero es algo que
parece pasar muy de pasada en la narrativa y después ya se olvida y a otra
cosa. Muy rara esta subtrama.
Li Fong decide presentarse
al Torneo de Kárate donde Conor es el actual Campeón, pero necesita al Sr.Han
que no duda en presentarse en Nueva York para ayudarlo, aunque incapaz de
completar su entrenamiento, el propio Han va a Encino (California), y en dos
minutos convence a Daniel LaRusso para que se venga a Nueva York a entrenar
conjuntamente a su discípulo durante una semana.
Con la combinación de las
dos técnicas, karate y Kung Fu, Li Fong será imbatible y además pone en
práctica un nuevo movimiento aprendido de su desaparecido hermano, “La patada
del Dragón” con una pequeña modificación. Adiós grulla, hola patada del dragón.
Lo típico, va ganando a
todos los oponentes hasta el combate final contra Conor, que incapaz de hacer
frente a Li Fong, hará todo tipo de trampas, incluyendo ataques al propio
árbitro, para ganar, pero ni por esas, que para eso Li Fong es el bueno y se
lleva a la chica.
Después de casi una hora y
media de metraje, te quedas con un careto de… ¿Qué ñorda es esta, de verdad
esto era “Karate Kid: Leyendas”? Lo mejor: El cameo final de Johnny Lawrence,
que está presente cuando a LaRusso le entregan una pizza desde Nueva York a
California, prácticamente salida del horno, y reflexiona sobre un nuevo
negocio. Brutal.
En definitiva: Película que voy a aprobar con un 5 raspado, pero que he estado a puntito de suspender. Decepcionante para mí, lamentable, mal cosida y planteada, falta de originalidad, que no aporta nada a la saga. Es entretenida y por eso la apruebo. Para quitarse el sombrero la escena de LaRusso y Miyagi cuarenta años antes hablando de sus cosas, cosas de la IA. Pero, en general, olvidable.
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