Leí en alguna parte que esta película surcoreana, “Seúl 1212”, fue la
película más vista en el país en desde finales de 2023, se estrenó en
noviembre, y gran parte de 2024, arrasando en las taquillas del país y sacando
poco más de 36 millones de dólares de recaudación en las taquillas.
Que la trama no fuera sobre
zombis o invasiones extraterrestres, me ha animado a ver esta producción de dos
horas y cuarto de metraje que no me ha desagradado, pero que también reconozco
que me he llegado a perder en su narrativa porque no conocía el hecho que acabó
con la democracia en Corea del Sur en 1979, tras el asesinato de su presidente-dictador
de turno, y porque los tejemanejes de los militares, con traiciones, cambios de
bando y vainas parecidas, me han sonado a sueco durante gran parte del tiempo.
Es como si a un surocoreano le pones una película sobre el intento de Golpe de Estado en España, el 23-F, y le dices: Ahí lo llevas chaval, a ver que pillas de todo esto… Pues igual me he llegado a sentir yo a ratos…
Originalmente, la película
se titula “La Primavera de Seúl”, que coincidía con un posible despegue
democrático del país que se cortó radicalmente por la revolución militar que se
desarrolla en la película, y que nos muestra con bastante dramatismo el golpe
de Estado del 12 de diciembre de 1979 en Corea del Sur.
Los cuarenta y cinco primeros minutos es una presentación de hechos, personajes y jugadores que tenemos en el tablero, y aunque utiliza nombres ficticios para sus personajes, algo que he comprobado después que me ha dado por buscar información sobre el tema para enterarme más y mejor de lo ocurrido, la película se basa en hechos reales que marcaron un punto de inflexión en la historia política del país y que llevaron a que incluso los militares llegaran a masacrar a parte de la población civil, algo que no vamos a ver en la película, porque son acontecimientos que ocurren justo después de su llegada al poder, mientras los yanquis allí ubicados miraban para otro lado.
A partir de esos primeros minutos, se desarrolla la
acción, las nueve siguientes horas que fueron cruciales y en el que un grupo de
oficiales, que tenían una especie de banda o club privado dentro del propio
ejército, lideran un golpe que dirige el comandante del Comando de Seguridad,
un tal Chun Doo-Gwang.
Enfrente se encuentra al comandante Lee Tae-shin,
que cree firmemente que los militares no deben intervenir en la política, se
opone al golpe, y a pesar de que parece que tiene la situación más o menos
controlada, ve como se queda prácticamente solo cuando muchos de los mandos en
los que él y el presidente confiaban, los van traicionando junto a sus
respectivas unidades.
Es muy curioso cuando empieza la acción, que es el
propio ejército surcoreano el que se mata en las bases o en los cuarteles con
soldados que visten sus propios uniformes, y que cada uno defiende una posición
si llegar a entrar en una guerra civil, que es lo que todos temen, pero si
causando un par de docenas de muertos por el camino, que supongo fueron más en
la vida real.
En definitiva: A pesar de que suelo comentar en
todas las películas que superan la hora y media de metraje que hay que
recortar, aquí supongo que resumir los hechos en dos horas y cuarto, puede
llegar a perdonarse.
Tiene buenas actuaciones, pocas, pero efectivas
escenas de acción, y lo que más se siente es la tensión y el dramatismo de los
militares que se matan entre ellos, y no saben en quién confiar realmente.
También es interesante lo que defienden cada uno de ellos y las estratagemas
para conseguirlo.
Ahora, si no conoces los hechos, como supongo que
el 99% de los espectadores no surcoreanos, o no estás interesado en películas
con un componente histórico tan concreto, puedo entender que llegues a
aburrirte… Por cierto, esta Quinta República, dictadura como otra cualquiera,
llegó a su término en 19, y poco antes de Los Juegos Olímpicos de Seúl en el
88.87, no sin antes dejarse algunos muertos por el camino.
¿Nota? Un 6, y la dejo a vuestra entera elección.
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